El Ararteko avala la confidencialidad del programa Osabide de datos clínicos

El Ararteko considera que la centralización de historiales clínicos que está desarrollando Osakidetza a través del programa Osabide no vulnera el derecho a la confidencialidad de los datos de los pacientes. Esta es la conclusión que ha trasladado al Servicio Vasco de Salud y a los ciudadanos que le presentaron una queja por entender que este sistema afectaba a la confidencialidad. Ahora sólo falta el dictamen de la Agencia Española de Protección de Datos, que ya ha mandado a varios de sus técnicos a Osakidetza para que revisen el programa ante la denuncia de los detractores de Osabide.

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El Ararteko considera que la centralización de historiales clínicos que está desarrollando Osakidetza a través del programa Osabide no vulnera el derecho a la confidencialidad de los datos de los pacientes. Esta es la conclusión que ha trasladado al Servicio Vasco de Salud y a los ciudadanos que le presentaron una queja por entender que este sistema afectaba a la confidencialidad. Ahora sólo falta el dictamen de la Agencia Española de Protección de Datos, que ya ha mandado a varios de sus técnicos a Osakidetza para que revisen el programa ante la denuncia de los detractores de Osabide.

En las conclusiones, a las que ha tenido acceso este periódico, el Defensor del Pueblo vasco asegura que el programa reúne las condiciones que las leyes establecen para que el fichero de historias clínicas cumpla su finalidad respetando el derecho a la intimidad. Sin embargo, advierte a Osakidetza que Osabide no podrá garantizar la reserva de los datos si el personal sanitario que lo maneja, especialmente los médicos, 'no son conscientes de la seguridad y confidencialidad que debe presidir sus actuaciones'.

Por eso, insiste en que es esencial la formación del personal en aspectos relacionados con la seguridad de Osabide para garantizar a los pacientes que los datos contenidos en su historial clínico unificado se utiliza adecuadamente. Además, el Ararteko también da la razón a Osakidetza frente a algunos profesionales médicos que se han opuesto a trabajar con el programa porque no ha solicitado el consentimiento de los ciudadanos para centralizar las historias. El informe de conclusiones cita la ley española de Protección de Datos, que recoge en uno de sus apartados que no es preciso que un ciudadano dé su consentimiento para el tratamiento de datos cuando éste tenga por finalidad proteger un interés vital del interesado, como es el caso de la prevención, diagnóstico médico y asistencia sanitaria.

En la actualidad, el programa se está instaurando en los centros de atención primaria. Para fin de año alcanzará a 213 de los 309 existentes en Euskadi.

Implantado en 2003

La previsión del Departamento de Sanidad es que el programa esté implantado en el conjunto de la red sanitaria, incluidos los hospitales, a finales del próximo año. En ese momento, todos los médicos dispondrán de un historial clínico único y accesible de cada paciente, acabando con la dispersión que existe ahora.

El programa no ha sido bien recibido en algunos ámbitos. En concreto, Osakidetza destituyó a la responsable del centro de atención primaria del barrio de Sansomendi, en Vitoria, por oponerse a la aplicación del programa con el argumento de que no se respetaba la confidencialidad de los datos. Otros dos médicos que trabajan en el mismo centro también mantienen la misma teoría. Los tres han sido expedientados por Osakidetza, aunque han recibido el apoyo de la Comisión Deontológico del Colegio de Médicos de Álava, que entiende que la actuación de los facultativos se ajusta al ámbito de la 'objeción de conciencia'. El centro de salud de Lakua, también en la capital alavesa, fue el siguiente en sumarse a las protestas, aunque por motivos diferentes a los de Sansomendi. Sus médicos alegan que el programa Osabide plantea serios problemas de índole técnica, lo que repercute desfavorablemente en la atención que hay que prestar al paciente en el día a día.

Al margen de los profesionales, el PSE es quien ha abanderado los recelos hacia Osabide, planteando varias preguntas al consejero Gabriel Inclán, que ha comparecido ante la comisión de Sanidad del Parlamento para dar su versión sobre las bondades del proyecto. Los socialistas han expresado su preocupación por la ausencia de consentimiento previo de los pacientes a la centralización de sus datos en una base única. Según defiende el parlamentario socialista que se encarga de este tema, Jesús Loza, la mitad de la información que un paciente transmite a su médico de atención primaria tiene un carácter más social que sanitario y es 'absolutamente confidencial'.

A las más de 600 quejas formuladas por los pacientes del centro de Sansomendi por considerar que se han vulnerado sus derechos al no haber sido consultados previamente, hay que sumar los movimientos contra Osabide que se están gestando en Vizcaya, en concreto en Abadiño. La intención es constituir una plataforma en los tres territorios que lidere la protesta contra Osabide.