Aznar y Fraga, en el puente de mando

Defensa negocia aplazar el pago de créditos para financiar armamento

El Ministerio de Defensa está negociando con el de Economía una 'novación' de los créditos que, desde 1997, han servido para sufragar los grandes programas de armamento. El Consejo de Ministros prevé aprobar hoy los Presupuestos Generales del Estado para 2003 con un incremento del 2,8% en gastos militares. Ese crecimiento es insuficiente para pagar los grandes programas en marcha (la fragata F-100, el caza EF-2000, el avión de transporte A400M o el carro de combate Leopard) y, a la vez, abordar otros nuevos (los helicópteros de ataque, el submarino S-80 y el buque multipropósito). Para financi...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El Ministerio de Defensa está negociando con el de Economía una 'novación' de los créditos que, desde 1997, han servido para sufragar los grandes programas de armamento. El Consejo de Ministros prevé aprobar hoy los Presupuestos Generales del Estado para 2003 con un incremento del 2,8% en gastos militares. Ese crecimiento es insuficiente para pagar los grandes programas en marcha (la fragata F-100, el caza EF-2000, el avión de transporte A400M o el carro de combate Leopard) y, a la vez, abordar otros nuevos (los helicópteros de ataque, el submarino S-80 y el buque multipropósito). Para financiarlos, se volverá a recurrir a los créditos de Ciencia y Tecnología que, sumados al presupuesto de Defensa, suponen un aumento del 3,1%.

Más información

Pero, lógicamente, estos créditos, aunque sin interés, hay que devolverlos. Las cantidades adelantadas a las empresas en los últimos seis años superan el medio billón de pesetas y Defensa tiene que empezar a reembolsarlas en 2003. Altos cargos del ministerio restan importancia, sin embargo, al hecho de que el presupuesto del año próximo no responda a las expectativas. 'El aumento que necesitaríamos para hacer frente a los compromisos ya asumidos y a los nuevos programas es incompatible con el objetivo del déficit cero', admiten. En otras palabras, con las dotaciones actuales y las previsibles en próximos años, Defensa tendría que suspender pagos.

Descartada, por imposibilidad legal, la opción de condonar los créditos, la solución pasa por renegociarlos. Se trata de devolver el dinero en plazos mucho más largos, de hasta 30 años, en lugar de los cinco o 10 de los actuales acuerdos. Las mismas fuentes sostienen que las empresas ya han cobrado, con cargo a Ciencia y Tecnología, y que se trata de un problema interno de la Administración.

Coste asumible

La fórmula que se negocia supone que el Tesoro acepte recibir las devoluciones de Defensa a un ritmo mucho menor y realizar el ajuste correspondiente en sus previsiones de ingresos. No se trata sólo de una cuestión contable, ya que la demora tiene un coste en interés del dinero. Pero sería un coste asumible, agregan en Defensa, dadas las magnitudes que maneja la Hacienda Pública. A cambio, las Fuerzas Armadas podrían continuar con su programa de modernización, el más ambicioso de las últimas décadas, sin desequilibrar el déficit. Defensa rechaza que así esté trasladando a las generaciones futuras la carga de la deuda ya que, argumenta, éstas también se beneficiarán de sistemas de armas con una vida operativa de 30 años.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Un caso paradigmático es la fragata Álvaro de Bazán, que ayer fue entregada a la Armada en el arsenal de Ferrol (A Coruña). Las cuatro fragatas F-100, que no entrarán en servicio hasta 2006, han costado 280.000 millones de pesetas, a los que habrá que sumar otros 100.000 en mantenimiento.

La entrada en servicio del buque fue calificada de 'hecho histórico' por el jefe del Estado Mayor de la Armada, Francisco Torrente. Lo atestiguó la presencia del presidente del Gobierno, José María Aznar, que asistió por primera vez a un acto de este tipo, acompañado por el presidente de la Xunta, Manuel Fraga, y el ministro de Defensa, Federico Trillo-Figueroa.

José María Aznar y Manuel Fraga, con sendas gorras, en el puente de mando de la nueva fragata, Álvaro de Bazán. PRIMER PLANO - ESCENAEFE

Archivado En