El comité de Izar dice que el veto a Ibarretxe perjudica al astillero

El comité de empresa del astillero que la compañía Izar Construcciones Navales tiene en Sestao considera que la decisión del 'Gobierno del PP' de vetar la presencia de autoridades vascas en la botadura del buque Bilbao Knutsen, el pasado lunes, es 'extremadamente grave' y una 'irresponsabilidad', según el comunicado que difundió ayer. El comité, en el que UGT es mayoritario, según fuentes de Izar, aseguró que impedir al 'mejor armador que ha tenido la Naval' (la naviera noruega Knutsen Oas) invitar a la botadura a quien considere oportuno perjudica al centro de Sestao y también a sus...

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El comité de empresa del astillero que la compañía Izar Construcciones Navales tiene en Sestao considera que la decisión del 'Gobierno del PP' de vetar la presencia de autoridades vascas en la botadura del buque Bilbao Knutsen, el pasado lunes, es 'extremadamente grave' y una 'irresponsabilidad', según el comunicado que difundió ayer. El comité, en el que UGT es mayoritario, según fuentes de Izar, aseguró que impedir al 'mejor armador que ha tenido la Naval' (la naviera noruega Knutsen Oas) invitar a la botadura a quien considere oportuno perjudica al centro de Sestao y también a sus trabajadores.

El portavoz del Gobierno vasco, Josu Jon Imaz, entró ayer en la controversia en torno a la botadura del buque, asegurando que la no asistencia del ministro de Ciencia y Tecnología, Josep Piqué, prevista inicialmente, 'es una falta de respeto institucional' hacia los vascos y sus instituciones. El portavoz reveló también que el lehendakari, Juan José Ibarretxe, cuya presencia en la botadura fue supuestamente vetada por el Ejecutivo central mediante presiones al astillero público, recibió el mismo día en Ajuria Enea al consejero delegado de la empresa propietaria del buque, Trygve Seglem, para que 'se llevase una imagen real del país de la crispación y confrontación que continuamente quiere transmitir el PP y el Gobierno del PP'. Seglem había invitado verbalmente al lehendakari en junio para que asistiera a la botadura.

Los representantes de la plantilla (unos 1.205 empleados) recuerdan que la polémica se ha producido en un momento 'delicado' para el astillero, pues la falta de encargos puede desembocar en la progresiva paralización de la empresa a partir de fin de año.

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