Verano negro para los festivales

Verano negro para los festivales de estío. La lluvia, el viento y el frío han hecho estragos este verano en todos aquellos festivales, desde el sur de Tarragona hasta el extremo norte de Girona, que ofrecen total o parcialmente sus espectáculos al aire libre. 'Esto no hay quien lo soporte', exclama Luis López de Lamadrid, director del festival de Peralada (Alt Empordà). En 16 años de historia, el festival ha tenido que cancelar tres espectáculos a causa de la lluvia, pero este verano, desde que empezó el festival, ya llevan dos cancelados, uno de ellos el que el pasado 12 de julio debía inaugu...

Verano negro para los festivales de estío. La lluvia, el viento y el frío han hecho estragos este verano en todos aquellos festivales, desde el sur de Tarragona hasta el extremo norte de Girona, que ofrecen total o parcialmente sus espectáculos al aire libre. 'Esto no hay quien lo soporte', exclama Luis López de Lamadrid, director del festival de Peralada (Alt Empordà). En 16 años de historia, el festival ha tenido que cancelar tres espectáculos a causa de la lluvia, pero este verano, desde que empezó el festival, ya llevan dos cancelados, uno de ellos el que el pasado 12 de julio debía inaugurar la programación.

El de Peralada es, por ahora, el festival que ha sufrido más cancelaciones, pero no el único. El pasado viernes, todos los festivales que habían programado un espectáculo al aire libre tuvieron que cancelarlo. Cambrils (Baix Camp), Torroella de Montrgí y Palafrugell -Festival dels Jardins de Cap Roig- (ambos en el Baix Empordà) y Peralada tuvieron que pagar a los artistas contratados sin que pudieran actuar y devolver al público el importe de las localidades. 'Tenemos los espectáculos asegurados, pero una cancelación significa siempre, pese al seguro, una pérdida económica', afirma Àngel Recasens, director de Festival de Música de Cambrils.

Todos los festivales han optado desde hace varios años por asegurar los espectáculos que ofrecen al aire libre. Pagan una prima del 3% al 5% sobre el coste del espectáculo y pese a que, con certificado de un observatorio meteorológico, cobran el importe asegurado, las pérdidas en veranos con mal tiempo como éste están garantizadas. La afluencia de público es menor, aseguran los reponsables de los festivales, y los servicios de restauración y bar que ofrecen cierran caja con escasa recaudación.