Primera dimisión en Holanda horas después de formar el Gobierno
El paso por la política de Philomena Bijlhout, secretaria de Estado holandesa de Emancipación y Familia, ha sido bastante fugaz. La primera extranjera que ocupaba un cargo gubernamental, dimitió ayer, apenas ocho horas después de haber tomado posesión, por ocultar un hecho esencial sobre su pasado.
Originaria de Surinam, ex colonia holandesa en Suramérica, omitió su pertenencia a la Milicia Popular en 1983, poco después del asesinato de 15 opositores al régimen militar liderado entonces por Desi Bouterse. La milicia apoyaba al dictador, y ella había asegurado, en la biografía presentada...
El paso por la política de Philomena Bijlhout, secretaria de Estado holandesa de Emancipación y Familia, ha sido bastante fugaz. La primera extranjera que ocupaba un cargo gubernamental, dimitió ayer, apenas ocho horas después de haber tomado posesión, por ocultar un hecho esencial sobre su pasado.
Originaria de Surinam, ex colonia holandesa en Suramérica, omitió su pertenencia a la Milicia Popular en 1983, poco después del asesinato de 15 opositores al régimen militar liderado entonces por Desi Bouterse. La milicia apoyaba al dictador, y ella había asegurado, en la biografía presentada al nuevo primer ministro, el democristiano Jan Peter Balkenende, que había colgado el uniforme antes de las muertes.
'No se encontrarán fotos de Bijlhout de caqui', dijo la política, miembro de la ultraderechista Lista Pim Fortuyn, antes de ocupar el lunes su puesto junto a la reina Beatriz y el resto del Gabinete en la foto de familia.
'No sabía que existieran esas imágenes', murmuró atónita horas después, cuando la cadena comercial de televisión RTL4 emitió un vídeo donde aparecía vestida de miliciana en un cuartel de Surinam. Tras consultar con sus familiares y amigos sobre la fecha exacta de la filmación, y al confirmar el año 1983, Bijlhout presentó su renuncia.
A pesar de que siempre ha dicho que 'ayudó a su pueblo sin apoyar ideología alguna', el hecho de que se enrolara tras los asesinatos de disidentes ha resultado decisivo. Su marcha supone la primera crisis del Gobierno de centro-derecha tras ocho años de coaliciones de centro-izquierda.