Ávila, Segovia y Valladolid tienen acuíferos contaminados

La Junta de Castilla y León se gasta unos 38 millones de euros en el abastecimiento de agua, por la contaminación de los acuíferos por arsénico, en 44 municipios de las provincias de Ávila, Segovia y Valladolid, con un total de 70.000 habitantes.

Para la consejera de Medio Ambiente de esta comunidad, Silvia Clemente, el problema se comenzó a detectar en el verano 2000 y, salvo en una zona del noroeste de Madrid, hasta entonces no había antecedentes en España. Clemente opina que es algo común en toda la meseta y, ya que la estratificación del suelo es similar, se podrían registrar situac...

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La Junta de Castilla y León se gasta unos 38 millones de euros en el abastecimiento de agua, por la contaminación de los acuíferos por arsénico, en 44 municipios de las provincias de Ávila, Segovia y Valladolid, con un total de 70.000 habitantes.

Para la consejera de Medio Ambiente de esta comunidad, Silvia Clemente, el problema se comenzó a detectar en el verano 2000 y, salvo en una zona del noroeste de Madrid, hasta entonces no había antecedentes en España. Clemente opina que es algo común en toda la meseta y, ya que la estratificación del suelo es similar, se podrían registrar situaciones parecidas en Castilla-La Mancha y Extremadura.

Tras un estudio hidrogeológico, se vio que la contaminación es de origen natural, una vez que las capas de pirita de los pozos subterráneos se ponen en contacto con el oxígeno y, al impulsar el agua desde el interior del pozo, se solubiliza en arsénico.

El viernes pasado, el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, inauguró en la provincia segoviana las obras que llevan la solución a 36 pueblos de Valladolid y de Segovia, unos 60.000 habitantes. Se trata de una toma de agua en el Eresma, a nivel freático, con la construcción de una pequeña presa y de una potabilizadora de moderna tecnología, que consigue un extraordinario nivel de calidad del agua, según la consejera. Una vez potabilizada, el agua pasa a cuatro depósitos, de los que parten dos ramales, con una longitud total de 180 kilómetros, a Valladolid y Segovia. En Ávila, con una toma en el Adaja, las obras se inaugurarán en octubre, para abastecer a ocho municipios, con unos 10.000 habitantes.

Según Clemente, había una solución más barata, como era la construcción de potabilizadoras, pero estas plantas producen residuos peligrosos y necesitan de un complejo mantenimiento.

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