Columna

Un poco de confrontación

La Audiencia Nacional ha dado la razón a la Junta de Andalucía y se la ha quitado al Gobierno, que se negó a hacer la liquidación definitiva correspondiente a la participación de Andalucía en los Presupuestos Generales del Estado para 1997. Durante los últimos años la teoría de la confrontación ha alimentado la vida política andaluza. Todo lo que la Junta de Andalucía ha venido reclamando al Gobierno ha sido inmediatamente utilizado por el PP como argumento utilitario, sin otro afán que el de la confrontación como objetivo político en sí misma.

Lo cierto es que la sentencia de la Audien...

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La Audiencia Nacional ha dado la razón a la Junta de Andalucía y se la ha quitado al Gobierno, que se negó a hacer la liquidación definitiva correspondiente a la participación de Andalucía en los Presupuestos Generales del Estado para 1997. Durante los últimos años la teoría de la confrontación ha alimentado la vida política andaluza. Todo lo que la Junta de Andalucía ha venido reclamando al Gobierno ha sido inmediatamente utilizado por el PP como argumento utilitario, sin otro afán que el de la confrontación como objetivo político en sí misma.

Lo cierto es que la sentencia de la Audiencia Nacional ha venido, al menos en ese caso concreto, a desmontar la teoría: había causa, no estaba la Junta simplemente poniendo en marcha una estrategia de confrontación. Dice el secretario general del PP que el presidente Chaves aburre a los andaluces con su política de confrontación, y Antonio Sanz, secretario general del PP andaluz, ha insistido en la teoría popular pidiendo que el Presidente de la Junta deje 'la pancarta y la huelga y se siente a negociar'.

Lo cierto es que el Gobierno le debe dinero a Andalucía y que lo tendrá que pagar. Los dirigentes andaluces del PP no tienen más remedio que disimular y hacer como que están muy de acuerdo con el Gobierno de los suyos que, a veces, demasiadas veces, les está obligando a hacer de tripas corazón y a seguir manteniendo teorías que, en realidad, no van a ninguna parte. Ni hubo confrontación, ni el Gobierno ha querido hacer nada, no ya por evitar la continua reclamación de la Junta de Andalucía, sino por ayudar a los suyos y liberarlos del agobio de tener que enfrentarse una y otra vez a decisiones que les perjudican.

Con la sentencia de la Audiencia Nacional el PP andaluz vuelve otra vez a estar en situación poco airosa, pero al Gobierno ni ahora ni en otras ocasiones ha parecido preocuparle la suerte de los suyos en Andalucía, por eso algunos empiezan a decir ya a quienes les quieran escuchar, aunque desde luego en voz baja, que tampoco les vendría mal a ellos un poco de confrontación con el Gobierno y la dirección de su partido.

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