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El BCE admite que la inflación en la zona euro superará el 2% por tercer año consecutivo

La subida de precios que prevé la autoridad monetaria abre la puerta a un alza de tipos

La inflación en la zona euro, al igual que en 2000 y 2001, superará también este año el 2% que el Banco Central Europeo (BCE) se ha impuesto como meta para hablar de 'estabilidad de precios'. Así se desprende de las proyecciones semestrales macroeconómicas contenidas en el último informe mensual de la autoridad monetaria, publicado ayer. El BCE estima que, como media, los precios subirán entre un 2,1% y un 2,5% este año. El endurecimiento del tono con el que se analiza la situación económica hizo pensar ayer a los analistas que, próximamente, podría subir el tipo director de interés, hoy situa...

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La inflación en la zona euro, al igual que en 2000 y 2001, superará también este año el 2% que el Banco Central Europeo (BCE) se ha impuesto como meta para hablar de 'estabilidad de precios'. Así se desprende de las proyecciones semestrales macroeconómicas contenidas en el último informe mensual de la autoridad monetaria, publicado ayer. El BCE estima que, como media, los precios subirán entre un 2,1% y un 2,5% este año. El endurecimiento del tono con el que se analiza la situación económica hizo pensar ayer a los analistas que, próximamente, podría subir el tipo director de interés, hoy situado en el 3,25%.

Más información

La próxima reunión del consejo de gobierno del BCE está prevista para el 4 de julio y ayer, incluso aquellos analistas que hasta el momento preveían que el dinero apenas se encarecerá en el tercer o cuarto trimestre, no descartaban que el movimiento de tipos se adelante. 'El BCE claramente ha escogido el camino hacia una subida de tipos. Lo que ahora falta ver es cuándo se pondrá en marcha', comentó Lothar Hessler, analista de HSBC Trinkaus & Burkhardt en Düsseldorf.

En el editorial del informe mensual, el BCE afirma que 'es preciso disponer de evidencia adicional para poder evaluar plenamente los riesgos al alza que amenazan la estabilidad de precios a medio plazo'. De aquí al 4 de julio se conocerán indicadores como los índices de confianza empresarial de Alemania, Francia y de la zona euro, y se sabrá también si la Reserva Federal de Estados Unidos, al contrario de lo que esperan los analistas, se decanta también por encarecer el precio del dinero.

Salarios

La autoridad monetaria europea está asimismo a la espera de las negociaciones salariales en la zona euro. En una clara alusión a lo sucedido en la industria alemana, advierte de que 'los elevados incrementos no deben extenderse a otros sectores ni a otros países de la zona euro'.

Entre los factores a tener en cuenta, está también la reciente apreciación del euro frente al dólar que, de mantenerse, conlleva la caída de los precios de las importaciones y podría tener un efecto moderador sobre el crecimiento, factores ambos que deberían restar fuerza a la subida de los precios y, por tanto, retrasar la subida de los tipos de interés, según remarca Hessler.

El mismo BCE subraya este punto al afirmar que 'una apreciación persistente de los tipos de cambio del euro contribuiría a contener las presiones inflacionistas', aunque también en este contexto subraya que es 'demasiado pronto' para evaluar sus efectos.

Las proyecciones macroeconómicas semestrales publicadas ayer por el organismo presidido por Wim Duisenberg todavía no dan cuenta de estas variables, al estar basadas sobre el tipo de cambio vigente a mediados de mayo (cercano a los 91 centavos de dólar por euro).

Dado éste y otros supuestos, como tipos de interés invariables y precios del petróleo relativamente altos, el BCE pronostica que la inflación media de la zona euro se situará entre el 2,1% y el 2,5% este año, después de haber sido del 2,5%, en 2001, y del 2,3%, en 2000. Para el próximo año, la autoridad monetaria proyecta subidas de la inflación de entre el 1,3% y el 2,5%.

En un recuadro del informe mensual, el BCE explica con cuatro 'perturbaciones temporales' el hecho de que durante tres años consecutivos se haya superado la meta del 2%: la evolución de los precios del petróleo, los efectos del tipo de cambio sobre los precios de importación, el encarecimiento de los alimentos no elaborados por efectos climatológicos y las consecuencias de problemas sanitarios como el llamado mal de las vacas locas.

Análisis

Ni en este análisis retrospectivo, ni en su juicio sobre la evolución reciente de los precios, el BCE da mayor importancia a los efectos inflacionistas de la puesta en circulación del euro en efectivo, muy sentidos por los ciudadanos, pero casi insignificantes en el índice general de precios al consumo.

En línea con las previsiones de otros organismos (Comisión Europea, Fondo Monetario Internacional, OCDE), el Banco Central Europeo prevé que el crecimiento económico de la zona euro este año se situará entre el 0,9% y el 1,5%, en parte debido al 'efecto arrastre' del débil 1,5% registrado en el ejercicio 2001.

La actividad económica, sin embargo, deberá acelerarse considerablemente en los meses venideros, para permitir un crecimiento de entre el 2,1% y el 3,1% en 2003.

Duisenberg (izquierda) charla con el gobernador del Banco Nacional de Austria, Klaus Liebscher, ayer en Viena.REUTERS

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