Masivas manifestaciones en Cuba a favor del socialismo 'intocable'
Respaldo en la calle a la reforma constitucional de Castro
La de ayer fue una gigantesca movilización. Sólo en La Habana, más de un millón de personas se manifestaron ante el edificio de la Sección de Intereses de EE UU y hubo desfiles multitudinarios en todas las ciudades y hasta en los caseríos de más de cien familias. La convocatoria, hecha el lunes por Fidel Castro, era para respaldar una reforma constitucional que ratifica el carácter socialista del Estado cubano.
El proyecto de reforma constitucional, presentado por las organizaciones de masas, pide también que el sistema político socialista cubano se convierta en 'intocable'. La gigantes...
La de ayer fue una gigantesca movilización. Sólo en La Habana, más de un millón de personas se manifestaron ante el edificio de la Sección de Intereses de EE UU y hubo desfiles multitudinarios en todas las ciudades y hasta en los caseríos de más de cien familias. La convocatoria, hecha el lunes por Fidel Castro, era para respaldar una reforma constitucional que ratifica el carácter socialista del Estado cubano.
El proyecto de reforma constitucional, presentado por las organizaciones de masas, pide también que el sistema político socialista cubano se convierta en 'intocable'. La gigantesca movilización y la iniciativa de las organizaciones de masas oficialistas fueron las respuestas de Fidel Castro al discurso que pronunció el pasado 20 de mayo en Miami el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, en el que pidió elecciones libres y reformas democratizadoras en la isla. El proyecto de reforma constitucional, que será discutido y aprobado en breve por el Parlamento, establece 'consignar expresamente la voluntad del pueblo de que el régimen económico, político y social consagrado en la Constitución es intocable'.
La de ayer fue toda una demostración de fuerza. Las manifestaciones y desfiles que se realizaron en toda la isla fueron de tal magnitud que se paralizó el país. Ningún centro laboral trabajó y lo mismo ocurrió con las escuelas y universidades, todo el mundo debía asistir a la marcha. Pese a la escasez de combustible, apareció la gasolina suficiente para abastecer los miles de camiones y autobuses puestos a disposición de la movilización, y los comités de defensa de la revolución hicieron el pasado martes reuniones en todos los barrios para obtener el compromiso explícito de los vecinos de que participarían en la jornada patriótica.