El CIP alerta del 'creciente uso de la fuerza' tras el 11-S
Las políticas impulsadas por Washington y secundadas por la UE y otros países tras los atentados del 11 de septiembre, lejos de contribuir a la seguridad mundial, generarán 'más terrorismo' y 'más caos', indicó ayer el director del Centro de Investigación por la Paz (CIP), Mariano Aguirre, en Madrid durante la presentación del Anuario 2002 De Nueva York a Kabul, en el que tratan de dar respuesta a la 'redefinición' del mundo tras el 11-S.
Además de criticar el creciente uso de la fuerza en las relaciones internacionales, reflejado según Aguirre en 'un fuerte aumento del presupues...
Las políticas impulsadas por Washington y secundadas por la UE y otros países tras los atentados del 11 de septiembre, lejos de contribuir a la seguridad mundial, generarán 'más terrorismo' y 'más caos', indicó ayer el director del Centro de Investigación por la Paz (CIP), Mariano Aguirre, en Madrid durante la presentación del Anuario 2002 De Nueva York a Kabul, en el que tratan de dar respuesta a la 'redefinición' del mundo tras el 11-S.
Además de criticar el creciente uso de la fuerza en las relaciones internacionales, reflejado según Aguirre en 'un fuerte aumento del presupuesto militar de Estados Unidos', las nuevas relaciones internacionales 'dejan de lado décadas de avances en el derecho internacional, la protección del medio ambiente, los derechos humanos y la cooperación al desarrollo', aseguró el director del CIP, quien aseguró, además, que 'la UE tiene un papel importante que jugar como potencia y que no lo está desempeñando', y puso como ejemplo 'la inhibición de la UE en el conflicto de Oriente Próximo'.
En la publicación anual del CIP se aborda, además, el papel de la religión como legitimadora de la violencia en los estados más débiles y se llama al diálogo interconfesional para la resolución de conflictos. Aguirre apuntó asimismo que se ha producido un 'relanzamiento del comercio internacional de armas, sin mirar a quién se venden, y se han enviado asesores militares y fuerzas privadas de seguridad a países como Colombia, Filipinas, Yemen, Indonesia o Georgia'.
El CIP abogó por el fortalecimiento de las instituciones multilaterales como la Corte Penal Internacional, la adopción de políticas propias por parte de la UE, al margen de las marcadas por Estados Unidos, y el refuerzo de las democracias a escala mundial.