Parejas de toda Europa acuden a España a recibir tratamientos contra la infertilidad

Un solo centro de Valencia trató en 2001 a 400 mujeres extranjeras, la mitad alemanas

Las parejas europeas con problemas de infertilidad tienen en España una solución a su mal. Cada año vienen centenares, muchas de ellas proceden de Alemania y Portugal, países con una legislación muy restrictiva sobre reproducción asistida y que no permiten la donación de óvulos o los tratamientos a mujeres solas. La Ley española de Reproducción Asistida, de 1988, sigue en muchos aspectos muy por delante de las legislaciones europeas. El Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) trató en 2001 a 400 parejas extranjeras (el 20% del total), de las cuales 200 eran alemanas.

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Las parejas europeas con problemas de infertilidad tienen en España una solución a su mal. Cada año vienen centenares, muchas de ellas proceden de Alemania y Portugal, países con una legislación muy restrictiva sobre reproducción asistida y que no permiten la donación de óvulos o los tratamientos a mujeres solas. La Ley española de Reproducción Asistida, de 1988, sigue en muchos aspectos muy por delante de las legislaciones europeas. El Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) trató en 2001 a 400 parejas extranjeras (el 20% del total), de las cuales 200 eran alemanas.

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El Catedrático de Ginecología de la Universidad de Valencia y uno de los fundadores del IVI, Antonio Pellicer, ve dos motivos que explican el llamado turismo reproductivo: 'El primero es la legislación española, que aunque está obsoleta en algunos puntos, sigue siendo de las más avanzadas de Europa. El segundo es que somos uno de los centros de referencia europeo'.

Amparo Ruiz, embrióloga y directora de comunicación del centro, explica que la técnica más demandada por las extranjeras es la fecundación con óvulo de donante, algo prohibido en países como Alemania o Suiza. Es el tratamiento necesario cuando la mujer no llega a tener nunca una menstruación o cuando tiene el ovario alterado y no se produce correctamente la ovulación. Es la técnica más frecuente y con mejores resultados en mujeres de 40 años. Con el semen del marido se fecunda un óvulo de una donante cuyas características físicas sean lo más parecidas posible a los de la receptora.

Otro de los destinos de las parejas que quieren esquivar su legislación es la clínica Teknon, de Barcelona. En este caso vienen de Portugal. El director de la Unidad de Reproducción Asistida, Javier Nadal, asegura que el año pasado tuvieron 100 pacientes portuguesas (el 30% del total) que vinieron para recibir un tratamiento con óvulo de donante. Nadal asegura que para atraer a tantas pacientes portuguesas no han hecho publicidad: 'En medicina lo que funciona es el boca a boca. Dos de los médicos más importantes de Portugal recomiendan a sus pacientes venir aquí'.

El tratamiento que incluye la donación de óvulos cuesta unos 3.500 euros, la mitad que en Alemania un tratamiento de reproducción asistida. La tasa de éxito es de un 60%, el más alto de Europa. Eleuterio Hernández, director de la clínica FIV de Madrid y secretario de la Asociación de Clínicas de Reproducción Asistida, asegura que España tiene la mayor tasa de éxito 'a costa de ser el país en el que más embarazos múltiples se dan'.

Uno de cada 15 niños

En España, uno de cada 15 niños nace tras un programa de reproducción asistida, indican en el IVI. Según esta cifra, con la que coincide Nadal, cada año nacen de estos tratamientos unos 25.000 niños. Un 15% de las parejas tiene problemas de fertilidad.

Las parejas que vienen de fuera tienen que hacer dos viajes a España. En la primera visita se le pone el tratamiento con hormonas a la mujer y se toma una muestra de semen del marido. 'Cuando hay óvulos de una donante, se fecundan con el semen, se congelan y se examinan los cromosomas de los embriones. Una vez elegidos los que no presentan anomalías, tienen que volver para que les implantemos dos o tres embriones', explica Ruiz. Pese a los viajes sigue siendo más barato que en la mayoría de países europeos.

El fenómeno, que comenzó hace cinco años, crece cada año. Tanto, que el IVI ha creado un servicio de intérpretes y ofrece a los extranjeros servicios como buscarles hotel o explicarles qué hacer en la ciudad. 'Intentamos facilitar la estancia en todo lo posible. Si cualquier tratamiento es estresante, lo es más en un país que no es el tuyo', afirma Ruiz. Su página de Internet (www.ivi.es) tiene versión en inglés y alemán.

El centro es el mayor de España. Tiene cinco clínicas y ha tratado a más de 30.000 parejas desde su fundación, en 1990. Ruiz asegura que no han realizado publicidad en el extranjero: 'Ha sido a base de publicaciones y prestigio'. El fin de semana pasado, el diario alemán Die Zeit publicó la historia de una pareja que iba a Valencia a recibir tratamiento.

En el instituto Dexeus de Barcelona, el 8% de las pacientes fecundadas con óvulo de donante en 2001 fueron extranjeras, según Montse Boada, coordinadora del programa de fecundación in vitro. En otras clínicas consultadas, más pequeñas, aseguran que la presencia de extranjeras no es infrecuente.

No hay datos de toda España porque en la información que las clínicas pasan a las comunidades autónomas no se indica la nacionalidad de los pacientes. No vienen únicamente para recibir óvulos. También cuando la mujer no ha conseguido un embarazo tras varias fecundaciones in vitro. 'Incluso viene gente del Reino Unido, donde la ley no es nada restrictiva', afirma Pellicer.

Laboratorio de una clínica de reproducción asistida.CARLES RIBAS

Una ley más permisiva que otras normas europeas

'La ley española de Reproducción Asistida, que es de 1988, sigue siendo de las más avanzadas de Europa', afirma Marcelo Palacios, presidente de la sociedad Internacional de Bioética y redactor de la ley. 'La ley necesita retoques porque la ciencia la ha dejado obsoleta en algunos aspectos, pero ha salido al paso de la mayoría de los avances. En la redacción de la ley británica, la española fue referencia constante', añade Palacios. Es menos restrictiva que la legislación alemana, cuya acta de protección embrionaria, de 1999, no permite la donación de óvulos ni la de embriones; ni congelar embriones, donarlos o examinarlos antes de implantarlos, ni fecundar a una mujer sin pareja. La portavoz de una asociación de parejas infértiles de Alemania explica que el origen de estas restricciones está en la época nazi: 'Nadie quiere repetir los experimentos genéticos'. Hasta hace poco, el destino favorito era Bélgica, pero poco a poco crece el número de parejas que eligen España. Así pues, las diferentes legislaciones propician estas migraciones en busca de tratamientos. Porque en Francia no se permite tratar a mujeres sin pareja, y en España sí, explica Palacios. Tampoco Noruega, Austria, Suecia o Dinamarca permiten la donación de embriones, mientras que en España, sí. Eleuterio Hernández, secretario de la Asociación de Clínicas de Reproducción Asistida, espera que una legislación común acabe con las diferencias que, asegura, 'lo único que causan son molestias a los pacientes'. Palacios asegura que va a ser muy complicado poner de acuerdo a todos los países porque 'la mayoría de acuerdos sobre bioética remiten a las legislaciones nacionales'. Javier Nadal, de la clínica Teknon, reconoce que la ley es de las más avanzadas de Europa, pero pide una actualización. 'Si permitiera congelar óvulos nos ahorraríamos el tener que congelar los embriones, con los que luego nadie sabe qué hacer'. La ley dice que no se permitirá en tanto no haya garantías sobre la viabilidad de los óvulos después de la congelación. Ahora ya la hay, y la clínica Teknon ha obtenido embarazos a partir de óvulos congelados. Palacios coincide en que ése es uno de los puntos que hay que actualizar.

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