El conflicto de los autobuses se estanca tras una semana de huelga

Transportes Metropolitanos de Barcelona ofrece incrementos superiores al IPC

Una semana de huelga de autobuses de Transportes Municipales de Barcelona (TMB) y ningún avance en las negociaciones del convenio. Si no se produce una sorpresa de última hora, la semana de paro no habrá servido para acercar las posturas entre la empresa y los conductores, cuyas reivindicaciones se centran en el aumento salarial. La situación de los transportes públicos en Barcelona podría complicarse porque los trabajadores del metro anunciaron ayer que tal vez se sumen a la siguiente serie de paros, convocada para junio.

Tras dos días marcados por la radicalización de las protestas y...

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Una semana de huelga de autobuses de Transportes Municipales de Barcelona (TMB) y ningún avance en las negociaciones del convenio. Si no se produce una sorpresa de última hora, la semana de paro no habrá servido para acercar las posturas entre la empresa y los conductores, cuyas reivindicaciones se centran en el aumento salarial. La situación de los transportes públicos en Barcelona podría complicarse porque los trabajadores del metro anunciaron ayer que tal vez se sumen a la siguiente serie de paros, convocada para junio.

Tras dos días marcados por la radicalización de las protestas y el incumplimiento de los servicios mínimos, durante la jornada de ayer la fuerte presencia policial en las cocheras garantizó que se llevaran a cabo estos servicios, aunque unos 40 autobuses sufrieron destrozos. Por la mañana, un millar de trabajadores se manifestaron por el centro de la ciudad y causaron importantes problemas de tráfico e indignación entre muchos ciudadanos.

El consejero delegado de TMB, Emili López, afirmó ayer que la huelga 'no tiene ni pies ni cabeza' y reiteró que las peticiones de los trabajadores son 'inasumibles'. López manifestó su 'rechazo a la violencia y coacciones' que ha causado la rotura de ventanas y retrovisores de más de 200 autobuses, y aseguró que los daños en la flota impedirán que la próxima semana pueda prestarse el servicio con normalidad. El responsable de TMB también informó de que la empresa dispone de información para abrir expedientes a quienes hayan originado los incidentes.

Por otra parte, el comité de empresa del metro de Barcelona anunció ayer que estudia sumarse a la segunda serie de paros de autobuses, convocada para la primera semana de junio. El motivo de esta huelga radicaría en los problemas en el cálculo de las nóminas originados por el cambio del sistema informático realizado por TMB a principios de este año.

Los dos principales puntos de desacuerdo entre los conductores de autobús y la empresa municipal TMB son el incremento salarial y la reducción de la jornada laboral. Los trabajadores exigen el compromiso de un aumento salarial del 20% para sentarse a negociar, mientras que TMB no acepta esta condición, aunque asegura que acepta incrementar los sueldos por encima del IPC.

Los trabajadores afirman que desde 1994 han perdido poder adquisitivo y reivindican un aumento de 240 euros (40.000 pesetas) mensuales y 16 pagas, así como la equiparación de las condiciones entre los conductores más antiguos y los de reciente incorporación a la empresa. El presidente del comité de huelga, José Antonio Muñoz, explicó ayer que durante los tres primeros años de contrato en TMB, los empleados no descansan en sábado o domingo, sino entre semana, y criticó que no se les asigne un servicio fijo, de manera que cambian constantemente de línea de autobús y horario.

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La dirección de TMB insistió ayer en que las peticiones de los empleados son inasumibles y criticó que el comité de empresa ponga condiciones para negociar el convenio. El consejero delegado de TMB, Emili López, aseguró ayer que la empresa está 'dispuesta a negociar, aunque sin condiciones', y que han ofrecido incrementos salariales por encima del IPC, además de medidas encaminadas a reducir la jornada laboral. López pidió a los sindicatos que 'reconsideren su postura y se sienten a negociar'.

Diferencias salariales

El director general de la empresa, Albert Busquets, expuso la evolución de la retribución bruta de las distintas categorías de empleados y negó que 'hayan perdido poder adquisitivo y que los conductores nuevos cobren menos que los antiguos'. Los datos de TMB indican que un empleado con una antigüedad de tres cuatrienios en 1994 cobra 23.308 euros brutos anuales (3.878.200 pesetas), mientras que uno de reciente incorporación cobra 19.849 euros anuales brutos (3.302.700 pesetas). Busquets atribuyó las diferencias salariales a 'los complementos por antigüedad y a un pequño plus de unos 600 euros [100.000 pesetas] anuales)'. Además, el director general de TMB citó la retribución anual que fija el convenio provincial (16.133 euros) y manifestó que 'las reivindicaciones son injustas' porque el colectivo de conductores de Barcelona 'no está mal pagado comparado con otras ciudades'.

Busquets también criticó las actitudes violentas 'de una minoría' que han producido la rotura de cristales y retrovisores a más de 200 autobuses e instó al comité de empresa a que 'haga una petición expresa para que no se dañen las herramientas de trabajo'.

El comité de huelga de los conductores de autobús de TMB ha convocado para esta mañana una asamblea en las cocheras de la avenida de Borbón para decidir sobre el futuro de las negociaciones y acordar las próximas fechas de huelga, previstas en principio para la primera semana de junio, aunque ayer no descartaban convertirla en indefinida.

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