Argentina baraja suspender el pago de los bonos emitidos en yenes
El ministro de Relaciones Exteriores argentino, Carlos Ruckauf, ha indicado a la prensa japonesa la posibilidad de que Argentina suspenda el pago de los bonos samuráis, denominados en yenes y emitidos para obtener financiación de los inversores japoneses, según informó ayer el periódico japonés Asahi. En la entrevista concedida a Asahi, el canciller afirmó que Argentina debe negociar tarde o temprano con las organizaciones financieras internacionales la problemática de los bonos samuráis.
Ruckauf dijo que en tales negociaciones Argentina podría incluir la pet...
El ministro de Relaciones Exteriores argentino, Carlos Ruckauf, ha indicado a la prensa japonesa la posibilidad de que Argentina suspenda el pago de los bonos samuráis, denominados en yenes y emitidos para obtener financiación de los inversores japoneses, según informó ayer el periódico japonés Asahi. En la entrevista concedida a Asahi, el canciller afirmó que Argentina debe negociar tarde o temprano con las organizaciones financieras internacionales la problemática de los bonos samuráis.
Ruckauf dijo que en tales negociaciones Argentina podría incluir la petición para recortar parte del principal de los bonos. Asahi señala que ésta es la primera vez que un ministro del Gobierno argentino sugiere explícitamente que el país puede incurrir en una moratoria de los bonos samuráis.
La mora del pago afectaría a cerca de 20.000 pequeños inversores particulares, así como a organizaciones públicas y privadas japonesas que compraron los bonos, que tenían un alto interés, del 5% al 6%. Entre los poseedores de bonos samuráis se encuentran cooperativas agrícolas, fondos de pensiones provinciales, asociaciones de vecinos, fundaciones culturales y los bomberos de algunas provincias japonesas.
La crisis argentina y el impago de sus obligaciones internacionales levantó una ola de críticas hacia los directivos de las organizaciones por haber invertido en instrumentos arriesgados sin un conocimiento profundo de las condiciones financieras de los emisores, y ha causado varias dimisiones.
El anuncio de Ruckauf se produce justo cuando el Gobierno argentino ha comenzado una difícil negociación con la banca privada para acordar un proyecto de canjear por bonos los depósitos bloqueados desde el mes de diciembre en el denominado corralito. Las autoridades argentinas pretenden que los bancos garanticen los bonos que recibirán los ahorradores con parte de sus créditos y activos y que, eventualmente, devuelvan en efectivo un porcentaje cercano al 10%, lo que ha sido acogido con serias reticencias por las entidades.