EL DERECHO A MORIR DIGNAMENTE

'Miss B': 'No quiero que pueda verse como un suicidio'

La juez Dame Elizabeth Butler-Sloss interrogó a Miss B, la mujer tetrapléjica que lucha por su derecho a morir, en su habitación del hospital. Lo que sigue es un extracto de su conversación, reproducida por la BBC el pasado 7 de marzo.

Butler-Sloss. ¿Podría usted resumir las razones que la llevaron a rechazar el programa que se le propuso aquí para desconectarla del respirador?

Miss B. Sí. El programa incluía una sedación restringida al nivel necesario para calmar la ansiedad, pero no para el alivio del dolor, y conllevaba una hidratación que, según pe...

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La juez Dame Elizabeth Butler-Sloss interrogó a Miss B, la mujer tetrapléjica que lucha por su derecho a morir, en su habitación del hospital. Lo que sigue es un extracto de su conversación, reproducida por la BBC el pasado 7 de marzo.

Butler-Sloss. ¿Podría usted resumir las razones que la llevaron a rechazar el programa que se le propuso aquí para desconectarla del respirador?

Miss B. Sí. El programa incluía una sedación restringida al nivel necesario para calmar la ansiedad, pero no para el alivio del dolor, y conllevaba una hidratación que, según pensé, podía prolongar mi vida. Mi preocupación era que mi muerte pudiera ser muy larga e incómoda, y posiblemente dolorosa. Hubiera desarrollado una infección respiratoria y otras complicaciones, y luego hubiera muerto a raíz de esas complicaciones. Durante un periodo de varias semanas, me habría vuelto lentamente psicótica. La perspectiva de morir de esa forma, simplemente, me aterrorizaba.

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Butler-Sloss. ¿Qué le impide probar el proceso de rehabilitación antes de tomar una decisión?

Miss B. Yo sé lo que ese proceso ofrece, y sé que no ofrece lo que yo quiero. No me ofrece ninguna oportunidad de recuperación. Nadie discute eso. Hay también un problema logístico: una vez que fuera a rehabilitación, y si mis puntos de vista no cambiaran, sería extremadamente difícil llegar a una situación en la que mi respirador fuera retirado.

Butler-Sloss. Hay una anotación del Doctor E, del 30 de abril, según la cual usted se sintió aliviada de que el respirador no hubiera sido apagado. ¿Refleja eso correctamente sus sentimientos de entonces?

Miss B. Lo que le dije al Doctor E fue que, una vez iniciado el procedimiento de prepararme para morir -habíamos hablado acerca de decir adiós a la familia y ordenar mis asuntos, y de que iba a ser un fin de semana muy tenso-, cuando la decisión me fue arrancada de las manos, sentí un cierto alivio por no tener que hacer todo eso. Ya se imagina usted que era la primera vez que me encontraba en esa situación surrealista: saber la fecha de mi muerte y que tenía tiempo para decir adiós a la gente. Es una situación tensa para todo el mundo, y también para mí, de modo que sí, yo dije eso.

Butler-Sloss. Si tuviera un mecanismo para apagar la máquina usted misma, no lo haría, ¿es cierto?

Miss B. No quiero que pueda verse como un suicidio. Tengo una ahijada que está luchando con esto. Para ella, la noción de que su madrina eligiera suicidarse sería doloroso.

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