Extremadura sacrificó 3.000 cerdos por temor a la peste porcina

La Junta de Extremadura ordenó el pasado mes de enero sacrificar unos 3.000 cerdos en una explotación de La Garrovilla (Cáceres) ante la sospecha de que los animales pudieran estar afectados por la enfermedad de la peste porcina. Tras esta medida, se llevaron a cabo en el laboratorio de referencia de Algete (Madrid) los análisis correspondientes. Éstos determinaron que los animales padecían leptospirosis, una enfermedad producida por una bacteria.

La leptospirosis deteriora la salud de los animales hasta provocarles la muerte y se suele producir en explotaciones muy intensivas si los an...

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La Junta de Extremadura ordenó el pasado mes de enero sacrificar unos 3.000 cerdos en una explotación de La Garrovilla (Cáceres) ante la sospecha de que los animales pudieran estar afectados por la enfermedad de la peste porcina. Tras esta medida, se llevaron a cabo en el laboratorio de referencia de Algete (Madrid) los análisis correspondientes. Éstos determinaron que los animales padecían leptospirosis, una enfermedad producida por una bacteria.

La leptospirosis deteriora la salud de los animales hasta provocarles la muerte y se suele producir en explotaciones muy intensivas si los animales ingieren aguas contaminadas. La leptospirosis no es contagiosa y se puede superar mediante la vacunación.

Fuentes de la Junta de Extremadura han justificado la decisión drástica de eliminar los animales de toda la explotación como medida de precaución ante la importancia del porcino en esa comunidad autónoma. La medida de sacrificar los animales se adoptó, además, por la existencia de focos de peste porcina clásica en Cataluña y para evitar cualquier riesgo de extensión de la enfermedad.

En medios de la Junta de Extremadura se estima que las autoridades competentes en sanidad animal cumplieron estrictamente con las exigencias en esta materia dictadas por la UE. Actualmente, la Oficina Internacional de Epizootias obliga a comunicar a las autoridades competentes la existencia de cuatro enfermedades: peste porcina clásica, peste porcina africana, fiebre aftosa y la enfermedad vesicular. La leptospirosis es una más entre otras que pueden padecer los animales de porcino, pero no hay ninguna obligación de comunicar su existencia a Bruselas.

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