La liberalización del sector energético y el banco euromediterráneo dividen a los Quince

Fuertes discrepancias en el Ecofin en dos asuntos clave para la cumbre de Barcelona

Los ministros de Finanzas de la UE (Ecofin) pusieron ayer en evidencia sus fuertes discrepancias ante dos asuntos clave de la presidencia española para la cumbre de la semana que viene en Barcelona: el plan para liberalizar el sector energético, al que Francia se resiste con uñas y dientes, y la creación de un Banco Euromediterráneo de Desarrollo, una iniciativa española que ayer encontró reticencias de buena parte de los socios. Pese a todo, el presidente de turno del Ecofin, Rodrigo Rato, destacó que al menos hay ya 'un acuerdo básico importante' para avanzar en algunas reformas estructurale...

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Los ministros de Finanzas de la UE (Ecofin) pusieron ayer en evidencia sus fuertes discrepancias ante dos asuntos clave de la presidencia española para la cumbre de la semana que viene en Barcelona: el plan para liberalizar el sector energético, al que Francia se resiste con uñas y dientes, y la creación de un Banco Euromediterráneo de Desarrollo, una iniciativa española que ayer encontró reticencias de buena parte de los socios. Pese a todo, el presidente de turno del Ecofin, Rodrigo Rato, destacó que al menos hay ya 'un acuerdo básico importante' para avanzar en algunas reformas estructurales importantes.

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Francia estuvo ayer en el centro del huracán como cada vez que desde hace dos años se habla en la UE de liberalizar el sector energético. En el documento preparado por España ante la citada cumbre que analizó el Ecofin, se indicaba que, en los sectores del gas y la electricidad, los Quince deben fijar en la cumbre de Barcelona 'un ambicioso calendario para el libre acceso a la elección de suministrador'. En el informe, ya se incluyó entre paréntesis la opción de que ese calendario afectara sólo a los grandes o cualificados clientes (empresas e industrias, en general).

A esa opción se agarró Francia frente a los demás, partidarios de pactar un calendario para todos, incluidos los usuarios particulares. 'No tiene sentido que sólo uno se resista a los otros catorce', protestó el ministro belga de Finanzas, Didier Reynders. Pero París lo hizo una vez más y se salió con la suya. Es cierto, como insistió Rato, que hasta ayer Francia no aceptaba ni eso y, de hecho, el año pasado bloqueó en Estocolmo la propuesta mayoritaria para que en 2005 la liberalización energética sea total.

Rato destacó ayer que el mercado de clientes cualificados supone el 60% del total en la Unión. 'Eso es lo relevante', señaló el vicepresidente español. Ahora, los jefes de Estado o de Gobierno de los Quince tendrán que poner una fecha exacta a esa liberación parcial del sector (el año pasado se propuso 2004). Ayer, el representante francés se opuso incluso a cuantificar la mejora de las interconexiones entre los países.

En pleno periodo electoral francés, asistentes al Ecofin de ayer creen que incluso sólo se confía en que el compromiso de mínimos aceptado ayer por París sea respetado en Barcelona. También el ministro alemán de Finanzas, Hans Eichel, rebajó el tono del documento a la hora de fijar compromisos para crear nuevos puestos de trabajo.

Pero el principal disgusto para España, la actual presidencia de la UE, se centró en el proyecto de crear un Banco Euromediterráneo de Desarrollo, presentado ya hace meses por José María Aznar como uno de los objetivos más sensibles de este semestre. La semana pasada, la Comisión Europea ya planteó su propuesta, consistente en que esa nueva entidad sea una filial del Banco Europeo de Inversiones (BEI) en el que éste tendría el 51% del capital.

Frente a esa tesis, sostenida también por España, Francia o Italia, otros países como Alemania, Reino Unido o Suecia se inclinaron por establecer una línea especial de créditos dentro del propio BEI, sin necesidad de crear algo nuevo con entidad propia. Incluso hubo algunos de esos países, junto con Holanda, Bélgica o Dinamarca, pusieron en duda la necesidad de abordar ese proyecto cuando ya existen los fondos Meda, dedicados a países de la ribera norte del Mediterráneo. La única opción no apoyada por nadie fue la de crear un banco independiente.

Pero las discrepancias fueron tan obvias que los ministros aparcaron el problema y confiaron en conseguir 'una aproximación de posiciones' antes de que el viernes de la semana que viene comience la cumbre de Barcelona. El día anterior, se celebrará una reunión especial del Ecofin para intentar concretar esas supuestas aproximaciones. Asistentes a la reunión de ayer creen que será difícil que se logre un acuerdo.

Los ministros también introdujeron en el texto propuesto para Barcelona un significativo párrafo final en el que consideran 'necesario' pactar o armonizar los tramos fiscales a los productos energéticos. Aunque aparentemente el Gobierno español cedió, la frase tiene trampa, porque se precisa que esa equiparación impositiva cuando se logre liberalizar el sector.

Candidatos al BCE

De otro lado, los ministros de Finanzas de los Quince fueron informados ayer oficialmente de que ya existen dos candidatos para cubrir la vacante de Christian Noyer, el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE) que cumplirá su mandato el 31 de mayo. Los candidatos son el griego Lucas Papademos, hoy presidente del Banco de Grecia, y el belga Paul Degrauwe, senador y profesor de Economía de la Universidad de Lovaina.

La designación final del candidato se hará en las próximas, una vez que el Ecofin haga una propuesta concreta que debe ser analizada también por el Parlamento Europeo y el propio BCE y finalmente bendecida por los líderes de los Quince.

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