Reportaje:

Al amparo del islam

Un foro de mujeres musulmanas defiende que el Corán permite la planificación familiar y el aborto

La discriminación que sufre la mujer musulmana, así como sus grandes dificultades de integración en las culturas occidentales, no está basada en razones religiosas, sino culturales, y el modelo que proponen el Corán y el profeta Mahoma no autoriza comportamientos como la discriminación laboral o el maltrato doméstico. Nada hay en el islam que impida el acceso de la mujer a la educación. 'La planificación familiar, incluida la interrupción voluntaria del embarazo antes de los cinco meses de gestación, no es contraria a los principios de la sharía [ley del islam basada en el Corán]'....

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La discriminación que sufre la mujer musulmana, así como sus grandes dificultades de integración en las culturas occidentales, no está basada en razones religiosas, sino culturales, y el modelo que proponen el Corán y el profeta Mahoma no autoriza comportamientos como la discriminación laboral o el maltrato doméstico. Nada hay en el islam que impida el acceso de la mujer a la educación. 'La planificación familiar, incluida la interrupción voluntaria del embarazo antes de los cinco meses de gestación, no es contraria a los principios de la sharía [ley del islam basada en el Corán]'. Éstas son algunas de las conclusiones del III Congreso de Mujeres Musulmanas, celebrado en Córdoba durante el fin de semana y abierto en esta tercera edición a la participación de mujeres no musulmanas e incluso de hombres.

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El Palacio de Congresos de Córdoba ha acogido a más de dos centenares de personas, la mayoría mujeres musulmanas y residentes en España, que han reflexionado sobre cómo pueden convivir dos modelos de culturas muy diferentes y que, sin embargo, en su base ideológica no tienen la rigidez y la intolerancia con la que se vive en las culturas procedentes de dos grandes religiones.

La pretensión era hacer un debate útil que no se perdiera en la anécdota. Así, la ponencia sobre el hiyab (pañuelo que utilizan algunas mujeres islámicas para cubrirse la cabeza) quedó simplificada al extremo, quizá para evitar el protagonismo de un tema menor que, sin embargo, ha desatado una fuerte polémica en España a raíz de la historia de Fátima, la adolescente de origen marroquí que estaba sin escolarizar al negarse el colegio concertado que le correspondía a aceptar que acudiese a clase con este pañuelo. Sobre el hiyab las mujeres se limitaron a señalar que es 'una expresión voluntaria del derecho fundamental a la propia imagen', un derecho 'con significado religioso' que 'no impide la aceptación de las musulmanas que no lo llevan'.

Respaldo masculino

El encuentro ha tenido el respaldo masculino. El presidente de la Junta Islámica y secretario general de la Comisión Islámica en España, Mansur Escudero, considera que el congreso reconoce la capacidad en organización y de tener voz propia de las mujeres musulmanas, su independencia para reflexionar y tomar resoluciones en lo que a ellas les concierne.

Para la propia organización de estas jornadas, los debates articulan 'una voz plural y cada día más numerosa', la de las musulmanas que se sienten 'ciudadanas de todo el mundo' y que viven 'en Europa'. Esa voz 'reclama la construcción de una sociedad justa, igualitaria y plural'.

Las conclusiones dejan ver la certeza de que el islam, en su calidad de movimiento espiritual, respeta al ser humano, tanto a los hombres como a las mujeres, pero no cierra los ojos a las enormes dificultades de llevar a la práctica estos principios. En el apartado Mujer y sociedad, las conclusiones son negativas en lo que se refiere a la discriminación de la mujer en el terreno laboral. Sobre este extremo ahondó en su intervención de ayer la secretaria para la Igualdad de Oportunidades de la Ejecutiva Federal del PSOE, Micaela Navarro, para la que estas dificultades son un mal común que comparten las mujeres, en menor o mayor grado, en todos los rincones del planeta. También hay una visión preocupada sobre la integración de las inmigrantes, más difícil todavía de conseguir que la de los hombres. Estas mujeres sufren las consecuencias del desconocimiento que las sociedades que las acogen tienen sobre los parámetros culturales de sus países de origen.

Entre las reivindicaciones, el III Congreso de Mujeres Musulmanas incluye la de exigir a los poderes públicos la oportunidad para practicar las creencias religiosas legales en España, entre ellas el islam.

Los trabajos de estas mujeres, sus debates y ponencias, van encaminados a buscar puntos de encuentro y pasan, sin miedo pero de puntillas, sobre los aspectos más radicales que separan a las grandes civilizaciones actuales. En este sentido, la organizadora del encuentro, An-Nisa, espera que mejore en España la convivencia intercultural y que se proyecte el debate 'al conjunto de la sociedad, ayudando a eliminar estereotipos que habitualmente se difunden en los medios de comunicación'.

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