Suspendido 2 años un médico por un mal tratamiento de adelgazamiento
El médico Ángel Gregorio H. R. deberá estar apartado durante dos años del ejercicio de la medicina por un tratamiento equivocado de adelgazamiento. Así lo ha decidido la sección cuarta de la Audiencia de Valencia al estimar el recurso presentado por un paciente al que en 1998 recetó un cóctel de pastillas por el que días después fue hospitalizado en la Casa de Salud de Valencia, y de cuyas consecuencias tardó 40 días en recuperar.
En febrero de 1998, el médico ahora condenado -entonces bajo otra pena de inhabilitación por un delito de imprudencia médica y varios fines de semana de arres...
El médico Ángel Gregorio H. R. deberá estar apartado durante dos años del ejercicio de la medicina por un tratamiento equivocado de adelgazamiento. Así lo ha decidido la sección cuarta de la Audiencia de Valencia al estimar el recurso presentado por un paciente al que en 1998 recetó un cóctel de pastillas por el que días después fue hospitalizado en la Casa de Salud de Valencia, y de cuyas consecuencias tardó 40 días en recuperar.
En febrero de 1998, el médico ahora condenado -entonces bajo otra pena de inhabilitación por un delito de imprudencia médica y varios fines de semana de arresto domiciliario- recibió en su consulta de Villanueva de Castellón (Valencia) a Enrique T. S. Después de una revisión superficial, según consta en la sentencia, el facultativo le prescribió cuatro pastillas diarias de fabricación especial en farmacia y seis de otros tantos medicamentos comerciales.
Veinte días después de la consulta, el paciente ingresó en la Casa de Salud 'consciente pero desorientado, con dificultad para hablar, ánimo decaído, vómitos, mareos, sensación de pérdida de equilibrio, aspecto de leve deshidratación'. En la Casa de Salud le diagnosticaron una intoxicación aguda aguda, permaneció tres días hospitalizado y tardó 40 días en recuperarse.
La Audiencia ha considerado probado que la administración de fármacos fue incorrecta así como la exploración que llevó a dicha prescripción y que, por tanto, el médico es el único responsable de las consecuencias que por ello sufrió el paciente. El afectado recurrió la sentencia que absolvió al especialista en el juicio celebrado en 2001 en el Juzgado de lo Penal número 7 de Valencia.