Una cámara térmica permite detectar las mentiras en el rostro de forma tan eficaz como el polígrafo

Una cámara térmica de alta definición, que detecta pequeñas diferencias de temperatura, podría utilizarse para efectuar controles masivos de seguridad, según afirman científicos estadounidenses. En un experimento realizado con voluntarios, el aumento de temperatura alrededor de los ojos permitió acertar si una persona había dicho una mentira en un 80% de los casos, una eficacia similar a la del método del polígrafo.

En un breve comunicado remitido a la revista Nature, los científicos exponen su técnica de imágenes térmicas de alta definición aplicada a la cara de las personas par...

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Una cámara térmica de alta definición, que detecta pequeñas diferencias de temperatura, podría utilizarse para efectuar controles masivos de seguridad, según afirman científicos estadounidenses. En un experimento realizado con voluntarios, el aumento de temperatura alrededor de los ojos permitió acertar si una persona había dicho una mentira en un 80% de los casos, una eficacia similar a la del método del polígrafo.

En un breve comunicado remitido a la revista Nature, los científicos exponen su técnica de imágenes térmicas de alta definición aplicada a la cara de las personas para saber si mienten y argumentan su posible uso en la lucha antiterrorista, especialmente en los interrogatorios de los pasajeros previos a los vuelos.

Las imágenes térmicas permiten el análisis cuantitativo automático, y por tanto rápido, de cambios en el flujo sanguíneo en la región facial. Los mismos científicos (de los laboratorios Honeywell, la clínica Mayo y la universidad de Minnesota de EE UU), habían demostrado anteriormente que la reacción a un fuerte sonido inesperado se asocia a un determinado mapa térmico facial. Este mapa refleja un aumento de la temperatura alrededor de los ojos, una respuesta posiblemente mediada por el sistema nervioso simpático que se incluye en la reacción de huida ante un susto.

Esta reacción es muy distinta de la acción de mentira voluntaria, pero los autores del experimento han demostrado que se da también en una persona cuando miente, lo mismo que cambian las variables registradas por un polígrafo (la respiración, el pulso, la presión arterial y la respuesta dérmica) aunque también pueden cambiar por otras muchas causas. De 20 voluntarios unos tuvieron que robar 20 dólares a un maniquí, mientras que el resto no sabía nada del tema, y luego se les preguntó a todos por su inocencia. El análisis térmico fue correcto en un 83% de los casos. Identificó a 6 de 8 individuos culpables y a 11 de 12 inocentes. Se les aplicó luego a los voluntarios el método del polígrafo, que exige analistas entrenados y es lento, y se obtuvo un 70% de aciertos: el mismo resultado en el caso de los culpables y peor resultado (8 de 12) en el caso de los inocentes.

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