UPN impone el nombramiento de Enrique Goñi como nuevo director de Caja Navarra

El Gobierno de UPN impuso ayer su mayoría absoluta en el consejo de administración de Caja Navarra (trece vocales de un total de veinte) y forzó el nombramiento como nuevo director de la institución financiera de Enrique Goñi Beltrán de Garizurieta, abogado pamplonés de 40 años de edad y considerado un hombre de la máxima confianza del presidente navarro, Miguel Sanz.

Tras la designación, el PSN-PSOE expresó su malestar por la quiebra de una larga cultura de consenso en la designación de los máximos responsables institucionales de la comunidad y acusó a Sanz de 'politizar' Caja Navarra,...

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El Gobierno de UPN impuso ayer su mayoría absoluta en el consejo de administración de Caja Navarra (trece vocales de un total de veinte) y forzó el nombramiento como nuevo director de la institución financiera de Enrique Goñi Beltrán de Garizurieta, abogado pamplonés de 40 años de edad y considerado un hombre de la máxima confianza del presidente navarro, Miguel Sanz.

Tras la designación, el PSN-PSOE expresó su malestar por la quiebra de una larga cultura de consenso en la designación de los máximos responsables institucionales de la comunidad y acusó a Sanz de 'politizar' Caja Navarra, ocupando un espacio de poder que correspondería designar a impositores y ciudadanos.

Miguel Sanz no buscó consenso alguno con los escasos representantes que tiene la oposición política en en el consejo de la principal entidad crediticia de la Comunidad foral ni con el único portavoz de los trabajadores, todos los cuales abogaban por un proceso más abierto de preselección de candidatos.

En el transcurso de una breve reunión de apenas dos horas de duración, el presidente de Navarra y de UPN justificó la urgencia de la designación en el hecho de que Caja Navarra no podía prolongar ni un día más el periodo de transición abierto tras la finalización, el pasado 31 de diciembre, del contrato de Lorenzo Riezu, que ha sido director de CAN durante los últimos ocho años, y cuya prórroga no era deseada por el partido en el gobierno. Los socialistas defendieron la continuidad de Caja Navarra como un 'espacio de neutralidad' y abogaron por seleccionar como director a un profesional de la propia entidad, cuyos recursos humanos fueron calificados de 'muy considerables' por la dirección del PSN. Pero el Gobierno rechazó la oferta.

La posibilidad de ganar tiempo prolongando el mandato de Riezu, un profesional de 60 años forjado en la entidad y considerado una figura 'neutral' por la oposición socialista, fue rechazada en votación por los doce miembros del Gobierno de UPN, todos ellos miembros del consejo, y el ex director de Caja Navarra, Juan Luis Uranga, nombrado por Sanz para representar a los impositores. Los dos representantes del PSN-PSOE y el de IUN-NEB se abstuvieron, mientras que el hasta ahora director recibió tres votos procedentes de los consejeros de EA, CDN y de los trabajadores.

Rechazada esa posibilidad, Sanz sometió a votación la candidatura de Enrique Goñi, que sólo fue apoyada por los consejeros de su partido. Los seis vocales opositores y el representante dede los empleados votaron en contra y se registró un voto en blanco.

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Goñi era desde hace un año director de la Corporación Industrial de Caja Navarra, a la que se transfirieron todos los activos empresariales de la entidad, con un valor de mercado de más de 901,5 millones de euros (150.000 millones de pesetas). Entre 1990 y 1996 fue subdirector general de Mutua de Pamplona y posteriormente se trasladó a Barcelona, donde durante cuatro años fue subdirector general de Agrupación Mutua, la segunda mutua española. El presidente Sanz dirigió las conversaciones que culminaron hace un año con el regreso de Goñi a Pamplona para dirigir la corporación industrial de CAN. El Ejecutivo justificó su fichaje destacando su 'reconocida experiencia y prestigio profesional'.

Sanz impuso la votación de Goñi despues de que una comisión formada por cuatro consejeros no lograra buscar un candidato de consenso. Félix Taberna (IU) criticó el nombramiento y señaló que, si en las elecciones de 2003 UPN pierde el poder en Navarra, propondrá la sustitución de Goñi como máximo dirigente de la entidad.

La llegada de Enrique Goñi se produce dos años después de la fusión de Caja Pamplona y Caja Navarra, un proceso dulce que supuso sin embargo una pérdida del 26,5% de beneficios en el primer año de andadura de la nueva entidad y que vivió momentos tensos con el despido fulminante, en abril de 2001, de su director adjunto Manuel López Merino, ex director de Caja Pamplona, al que se indemnizó con 1,05 millones de euros (175 millones de pesetas).

Con el nombramiento de Goñi, UPN sitúa a otro hombre de plena confianza de Sanz al frente de la principal institución financiera de Navarra, con una inversión crediticia en el 2001 de 4.053 millones de euros (674.369 millones de pesetas). Otro de los principales motores del desarrollo socioeconómico de la Comunidad foral, la Sociedad de Desarrollo de Navarra (SODENA), está dirigida desde enero de 2001 por José María Aracama, ex consejero de Economía de UPN en la pasada legislatura.

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