LA NACIÓN | REVISTA DE PRENSA

La hora de la unidad nacional

Con la renuncia indeclinable presentada ayer por Adolfo Rodríguez Saá (...), apenas siete días después de asumir el cargo en forma interina, se ha cerrado otro agónico capítulo de la profunda crisis política de nuestro país.

(...), no puede obviarse que el nuevo fracaso institucional reconoce una lamentable razón: las apetencias personales y el internismo partidario prevalecieron sobre el interés general.

Puede afirmarse, sin temor a la equivocación, que la dirigencia política, y en particular los representantes del justicialismo, no han comprendido el mensaje que la ciudadanía h...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Con la renuncia indeclinable presentada ayer por Adolfo Rodríguez Saá (...), apenas siete días después de asumir el cargo en forma interina, se ha cerrado otro agónico capítulo de la profunda crisis política de nuestro país.

(...), no puede obviarse que el nuevo fracaso institucional reconoce una lamentable razón: las apetencias personales y el internismo partidario prevalecieron sobre el interés general.

Puede afirmarse, sin temor a la equivocación, que la dirigencia política, y en particular los representantes del justicialismo, no han comprendido el mensaje que la ciudadanía hizo sentir en las horas previas al alejamiento de Fernando de la Rúa del poder. (...) Las señales enviadas por el efímero Gobierno de Rodríguez Saá no fueron las esperadas. Pese a que la ciudadanía reclamaba una renovación en la dirigencia, integró su Gabinete con varias figuras que dejaron un triste recuerdo en su último paso por la función pública. (...) Tampoco el justicialismo obró como se esperaba. (...) Su error fue creer que había llegado la hora del justicialismo, cuando en realidad había llegado la hora de un Gobierno de unidad nacional para afrontar la crisis. (...)

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

No queda otra alternativa, ahora, que volver a empezar. (...) Dada la magnitud de la crisis actual, esto no podrá ser obra de un solo partido. Es imprescindible, para empezar a dar solución a los gravísimos problemas de hoy, un amplio acuerdo político y social, en el que se convoque a los mejores, sin importar si pertenecen o no a un partido político. (...)

Buenos Aires, 1 de enero

Archivado En