Uno de cada tres nuevos cotizantes a la Seguridad Social en la región es inmigrante

La población inmigrante participa de forma cada vez más notoria en el sostenimiento del sistema de sanidad público madrileño. De los 66.689 nuevos trabajadores que han comenzado a cotizar a la Seguridad Social en los primeros nueve meses del año, 21.728 (un 32%) son inmigrantes, según datos del Insalud. Los extranjeros ya suponen el 5,4% de la población activa empleada en la región, mientras en enero pasado ese porcentaje era de sólo el 4,6%. El fuerte ritmo de creación de empleo y la entrada en vigor de la Ley de Extranjería explican, según el Insalud, este aumento.

El aumento en el nú...

La población inmigrante participa de forma cada vez más notoria en el sostenimiento del sistema de sanidad público madrileño. De los 66.689 nuevos trabajadores que han comenzado a cotizar a la Seguridad Social en los primeros nueve meses del año, 21.728 (un 32%) son inmigrantes, según datos del Insalud. Los extranjeros ya suponen el 5,4% de la población activa empleada en la región, mientras en enero pasado ese porcentaje era de sólo el 4,6%. El fuerte ritmo de creación de empleo y la entrada en vigor de la Ley de Extranjería explican, según el Insalud, este aumento.

El aumento en el número de extranjeros que está logrando regularizar su situación y encontrar un trabajo en la región madrileña ha tenido en los primeros nueve meses del presente año un notable impacto en las estadísticas de la sanidad pública, según el Insalud. De hecho, el pasado 30 de septiembre la Seguridad Social tenía registrados 2.405.724 cotizantes, un 2,85% más que a principios de año.

Uno de cada tres nuevos cotizantes es inmigrante. Y el número total de trabajadores extranjeros que cotizan a la Seguridad Social ha pasado, en los nueve primeros meses del año, de 107.983 a 129.711, lo que supone un incremento del 20% en este colectivo.

Este aumento ha ido paralelo al de las tarjetas sanitarias de identificación (TSI) expedidas entre la población extranjera, que incluyen tanto a los cotizantes como a los familiares a su cargo y, además, a quienes están regularizando su situación en España. 'El número de tarjetas sanitarias, que creció de forma muy regular hasta 1997, a un ritmo de unas 60.000 anuales, se aceleró entre 1997 y 1999 hasta las 100.000 al año', explica Albino Navarro, director territorial del Insalud en Madrid. 'Pero, desde 1999, el aumento ha sido espectacular y ha pasado a ser de más de 150.000 tarjetas anuales', añade.

Estas cifras significan que el Insalud ha expedido a lo largo de este año 500 tarjetas sanitarias diarias. Los últimos datos disponibles, del pasado 30 de septiembre, indican que 5.204.532 madrileños tienen la tarjeta que les identifica como usuarios de la sanidad pública, 166.768 más que el 30 de octubre del año pasado, y 316.339 personas más que en la misma fecha de 1999.

La entrada en vigor de la Ley de Extranjería ha tenido, según Navarro, una influencia decisiva en este aumento. Según la nueva norma estatal, los inmigrantes tienen derecho a atención sanitaria aunque aún no hayan regularizado su situación. Basta con que se empadronen en la localidad en la que residen para que puedan obtener su tarjeta sanitaria.

Ley de Extranjería

'Además de los 129.000 inmigrantes que trabajan y cotizan a la Seguridad Social en Madrid, la Ley de Extranjería ha supuesto la entrada de otros 100.000 usuarios en el sistema de salud pública, y a finales de año prevemos que su número ronde los 150.000. A ellos habrá que sumar un número indeterminado de inmigrantes clandestinos, a los que el Insalud atiende, aunque no posean la tarjeta', asegura el director territorial.

Estos datos suponen que entre 250.000 y 300.000 extranjeros se han incorporado a la atención sanitaria pública madrileña en los dos últimos años. A ellos, además, hay que sumar a los españoles que han cambiado su lugar de residencia habitual por Madrid.

Según las cifras del Insalud, las áreas sanitarias que más han notado este incremento de población inmigrante han sido la 1 (distrito de Vallecas), la 4 (distritos de San Blas y Ciudad Lineal), la 5 (especialmente en la zona de Cuatro Caminos), la 7 (que atiende al centro de Madrid y a Arganzuela) y la 11 (que incluye el sur de la capital y Aranjuez).

La concentración de población inmigrante en estas zonas ha obligado a los centros de salud a adaptarse a las normas de conducta e idiomas de la población de origen extranjero. 'Un crecimiento de esta magnitud supone un gran reto para la sanidad pública en todos los frentes y genera desajustes en la oferta de servicios, que necesitan tiempo para ser solucionados', subraya Albino Navarro. 'Por ejemplo', agrega, 'gran parte de la población extranjera procede de países en los que no está extendido el calendario de vacunación infantil o las revisiones periódicas a las mujeres durante el embarazo'.

El Insalud colabora con diversas ONG para elaborar folletos informativos en los idiomas con mayor implantación en cada zona de atención. Así, en los últimos meses han sido publicados folletos en chino cantonés que informan sobre el calendario de vacunación en el Área 7 (Centro), o en polaco en el Área 10 (Alcalá de Henares).