Aznar: 'El Gobierno no se dedica a satisfacer a nadie porque grite más'

El PP salió ayer en tromba a defender la Ley Orgánica de Universidades, rechazada el miércoles en la calle por más 200.000 estudiantes. A la cabeza de la respuesta gubernamental se situó el propio presidente José María Aznar, quien sostuvo que la ley 'está bien planteada, goza de amplio respaldo y ha sido bien dialogada'. Y en respuesta a las masivas manifestaciones, dejó claro que el Gobierno no se dedica a satisfacer a nadie porque 'grite más o menos', aunque se mostró dispuesto a mejorar la ley sin desvirtuar su planteamiento.

Desde José María Aznar hasta Manuel Fraga, pasando por lo...

El PP salió ayer en tromba a defender la Ley Orgánica de Universidades, rechazada el miércoles en la calle por más 200.000 estudiantes. A la cabeza de la respuesta gubernamental se situó el propio presidente José María Aznar, quien sostuvo que la ley 'está bien planteada, goza de amplio respaldo y ha sido bien dialogada'. Y en respuesta a las masivas manifestaciones, dejó claro que el Gobierno no se dedica a satisfacer a nadie porque 'grite más o menos', aunque se mostró dispuesto a mejorar la ley sin desvirtuar su planteamiento.

Desde José María Aznar hasta Manuel Fraga, pasando por los responsables del Ministerio de Educación, todos coincidieron en rebajar la importancia de las críticas que ha recibido el proyecto. Aznar se refirió incluso a la antigua Ley de Reforma Universitaria de 1983, de la que recordó que se aprobó en agosto cuando 'podía haber más gente interesada en estar de vacaciones que en estar votando la ley'. El presidente respondió a las protestas de los estudiantes diciendo que en el nuevo texto 'no hay ni una sola palabra que hable de privatizar nada' y aseguró que el número de becarios 'ha aumentado este año en 20.000', y los presupuestos para becas, en 'un 13% respecto al año anterior'. También negó que la LOU atente contra la democracia en la Universidad, porque el proyecto, dijo, permite que los rectores sean elegidos por sufragio universal, entre profesores, estudiantes y personal universitario.

La ministra de Educación, Pilar del Castillo, coincidió con el presidente en que la mayoría de los argumentos utilizados por quienes rechazan el proyecto no se basan en datos reales y aclaró que el texto introducirá mejoras antes de que terminen los trámites parlamentarios, 'siempre que estén dentro de los ejes básicos'.

La ministra se quejó de que los argumentos contra la ley suponen 'una amalgama de posiciones distintas', de la que surgen 'intereses contradictorios'. Del Castillo afirmó que lo que une a aquellos que rechazan la reforma del PP es que quieren 'que todo siga como está, y ésa no es la opinión de la mayoría de la sociedad'. La ministra pidió a los convocantes de nuevas protestas que reflexionen, ya que cree que el rechazo se produce porque a la Universidad le 'cuesta adaptarse' a los cambios tras años funcionando con otro sistema.

En contestación a a las manifestaciones que el miércoles congregaron a más de 200.000 universitarios en toda España, el secretario de Estado de Educación, Julio Iglesias de Ussel, señaló que 'hay otros muchos sectores que apoyan la nueva ley', y citó al sindicato CSIF y a la asociación de catedráticos de universidad FACU, así como a 'la infinidad de profesores que han firmado cartas de apoyo'. Iglesias reprochó a los estudiantes que utilicen 'reclamos exitosos' contra la ley como el pedir un proyecto de financiación para los estudios superiores. 'Esta ley no es un proyecto de financiación', dijo. Y Manuel Fraga zanjó la cuestión diciendo que 'el 99% de los que se salieron a la calle' el miércoles 'ni han leído la ley ni la conocen'.