Unas 5.000 hectáreas forestales se cambiaron ilegalmente a cultivos

La Junta detectó 888 casos en cinco años

Las roturaciones ilegales de terrenos forestales en Andalucía para reconvertirlos en agrícolas han afectado, al menos, a 5.000 hectáreas de superficie en los últimos cinco años, según la Consejería de Medio Ambiente. Durante ese lustro se han denunciado 888 casos, que se registraron sobre todo en Granada (524) y Almería (166). Medio Ambiente alerta sobre el incremento de los riesgos de erosión en las zonas donde se concentran estas roturaciones, aunque el área afectada sólo represente el 0,11% del total forestal.

El cambio de uso de un terreno no es baladí. Dependiendo de la pendiente, ...

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Las roturaciones ilegales de terrenos forestales en Andalucía para reconvertirlos en agrícolas han afectado, al menos, a 5.000 hectáreas de superficie en los últimos cinco años, según la Consejería de Medio Ambiente. Durante ese lustro se han denunciado 888 casos, que se registraron sobre todo en Granada (524) y Almería (166). Medio Ambiente alerta sobre el incremento de los riesgos de erosión en las zonas donde se concentran estas roturaciones, aunque el área afectada sólo represente el 0,11% del total forestal.

El cambio de uso de un terreno no es baladí. Dependiendo de la pendiente, los valores ecológicos o los procesos de desertificación del área puede desencadenar procesos de riesgo ligados a la erosión del suelo. La normativa forestal autonómica permite reconvertir un terreno forestal en agrario siempre que se ajuste a determinados requisitos, entre ellos 'la inexistencia de riesgos graves de erosión o degradación del suelo, los recursos hídricos o el ecosistema forestal en su conjunto'.

Las delegaciones provinciales de Medio Ambiente han denunciado en los últimos cinco años 888 casos por roturaciones ilegales, que afectaron a 4.978 hectáreas. Granada, Almería y Sevilla fueron, con gran diferencia, las provincias con más superficie alterada, que superó en cada caso el millar de hectáreas.

En un informe de la Dirección General de Gestión del Medio Natural se puntualiza que la superficie denunciada 'no es significativa a nivel general' al representar sólo el 0,11% del terreno forestal andaluz, pero subrayan la magnitud del problema a escala local. En las zonas más afectadas se está produciendo una 'profunda transformación negativa del paisaje', una 'alteración' de los valores ecológicos y en algunos casos se incrementa el 'riesgo de erosión en zonas áridas' donde los aguaceros son infrecuentes e intensos.

Las 888 denuncias tramitadas por roturaciones ilegales en cinco años superan incluso el número de autorizaciones solicitadas legalmente desde 1992 hasta la actualidad. La Consejería de Medio Ambiente, que sólo tiene competencias para decidir sobre las transformaciones que afectan a zonas forestales, ha recibido en este periodo 835 solicitudes de cambio, que aspiraban a transformar como cultivos agrícolas más de 19.000 hectáreas que hasta entonces eran forestales.

La Administración andaluza ha autorizado el 54,5% de la superficie pedida, que se concentró sobre todo en Huelva. La mayoría de las 8.532 hectáreas que han cambiado de uso en esta provincia eran antiguos eucaliptales que han sido sustituidos por cítricos o cultivos intensivos. A pesar de los cambios de uso del suelo, tanto legales como ilegales, Medio Ambiente destaca que la superficie forestal aumenta lentamente. En los últimos cinco años se han forestado 142.715 hectáreas dentro del programa de forestación de temas agrarios, según el informe. La transformación de las tierras agrícolas refleja un irrefrenable proceso de conversión de zonas de secano en regadíos. En 1992 las estadísticas de la Consejería de Agricultura y Pesca recogían 3,4 millones de hectáreas de secano, que se habían reducido en 175.000 hectáreas seis años después, en paralelo al aumento de los regadíos.

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