Pujol pide un cambio a los intelectuales en la entrega de los premios nacionales

El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, recordó ayer durante la entrega de los premios Nacional de Cultura de Cataluña que estamos inmersos en un remolino de carácter universal que definió como 'una espiral de muerte y terrorismo' y advirtió de que ha pasado el tiempo de un intelectualidad 'cómoda, indolente y pseudointeligente'. Pujol se desmarcó del transfondo cultural en la entrega de los galardones y centró su discurso en cuál ha de ser el posicionamiento de la sociedad y los intelectuales ante los últimos hechos, como la crisis internacional abierta tras los atentados terroristas co...

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El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, recordó ayer durante la entrega de los premios Nacional de Cultura de Cataluña que estamos inmersos en un remolino de carácter universal que definió como 'una espiral de muerte y terrorismo' y advirtió de que ha pasado el tiempo de un intelectualidad 'cómoda, indolente y pseudointeligente'. Pujol se desmarcó del transfondo cultural en la entrega de los galardones y centró su discurso en cuál ha de ser el posicionamiento de la sociedad y los intelectuales ante los últimos hechos, como la crisis internacional abierta tras los atentados terroristas contra Estados Unidos.

'Formamos parte de una sociedad amenazada de inconsecuencia y que a veces parece que esté cansada y que tengamos las convicciones débiles. Y no hablo sólo de Cataluña, sino de toda Europa', advirtió Pujol. Ante un público formado básicamente por artistas e intelectuales, Pujol señaló el peligro de que 'estamos amenazados de inconsecuencia y de indolencia seudointeligente. Tenemos muchas propuestas y de todo tipo, pero demasiadas son sólo para el escaparate'. Para el Presidente de la Generalitat, 'no es la hora de la provocación, provocación ya tenemos y mucha: como los atentados criminales de Nueva York y Washington, como la impotencia que siente el mundo islámico, la tragedia de África, las grandes migraciones de todo el mundo, la falta de liderazgo europeo o la crisis crónica de la paz en Oriente Próximo'. El presidente de la Generalitat citó al premio Nobel Saul Bellow cuando dijo: 'No podemos ser una sociedad predominantemente lúdica. Contra la barbarie o contra el desconcierto o contra el miedo no se lucha desde la indefinición, el relativismo absoluto o la indolencia: se lucha con valor, con convicciones firmes pero desde la magnanimidad y la apertura de espíritu'.

Los premios Nacionales de Cultura de 2001 han recaído en el conductor del magazine matinal de Catalunya Ràdio, El matí de Catalunya Ràdio, Antoni Bassas (Periodismo); las emisoras de radio Ona Catalana y RAC (Fomento de la Lengua Catalana); la directora de la Joven Compañía del Instituto del Teatro, Catherine Allard (Danza); el compositor Josep Soler (Música); el fotógrafo Toni Catany (Artes Plásticas); el fallecido arquitecto Enric Miralles y su esposa, Benedetta Tabliabue, (Patrimonio Cultural) por la restauración del mercado de Santa Caterina; la escritora Carme Riera (Literatura) por su libro Cap al cel obert; el compositor y pianista Carles Santes (Teatro) por su ópera Ricardo y Elena; el realizador cinematográfico Agustí Villaronga (Cine y Audiovisual) por su película El Mar y la Federación Sardanista de Cataluña (Arte Popular) por la proclamación del Año de la Tenora.

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