Un centenar de ganaderos impiden sacrificar cerdos en una granja de Bellmunt
Josep Grau suspende un acto en Les Borges
Un centenar de ganaderos impidieron ayer el sacrificio preventivo de los cerdos de una granja de Bellmunt d'Urgell (Noguera) situada a 680 metros del último foco de peste porcina clásica detectado. Los ganaderos bloquearon con tractores y maquinaria agrícola los caminos de acceso a la finca y cortaron el paso a un veterinario del Departamento de Agricultura de la Generalitat. Más tarde, el consejero Josep Grau suspendió un acto oficial en Les Borges Blanques (Garrigues) para evitar posibles incidentes con un grupo de ganaderos que se había desplazado hasta esa localidad.
El bloqueo, que...
Un centenar de ganaderos impidieron ayer el sacrificio preventivo de los cerdos de una granja de Bellmunt d'Urgell (Noguera) situada a 680 metros del último foco de peste porcina clásica detectado. Los ganaderos bloquearon con tractores y maquinaria agrícola los caminos de acceso a la finca y cortaron el paso a un veterinario del Departamento de Agricultura de la Generalitat. Más tarde, el consejero Josep Grau suspendió un acto oficial en Les Borges Blanques (Garrigues) para evitar posibles incidentes con un grupo de ganaderos que se había desplazado hasta esa localidad.
El bloqueo, que contó con el apoyo del sindicato agrario Unió de Pagesos (UP) y de varios granjeros de la comarca, se mantendrá hasta que se conozcan los resultados de los análisis realizados a las 132 cerdas reproductoras de la explotación. Sólo en el caso de que den positivo se permitirá la eliminación de los animales, cuyo propietario, Dídac García, ha presentado un recurso contra el sacrificio de los mismos en el que argumenta que están sanos.
El granjero mostró su indignación por las contradicciones que, a su juicio, mantiene el consejero Grau. 'Siempre nos dice que hay que cambiar el modelo productivo para no depender de las importaciones de lechones y ahora quiere sacrificar todas las reproductoras. Es algo que no se entiende', señaló.
Desde el rebrote de la peste en Lleida, ocurrido el pasado 24 de agosto en una granja de Penelles, localidad próxima a Bellmunt, el Gobierno catalán ha endurecido las medidas previstas para luchar contra la enfermedad. Si antes ordenaba el sacrificio de todos los cerdos de las granjas situadas en un radio de 500 metros del foco, ahora las medidas de prevención alcanzan hasta un kilómetro.
Críticas al consejero
UP defiende esta disposición siempre que se respeten las reproductoras cuya analítica previa demuestre que están sanas, ya que la Administración no prevé actualmente indemnizaciones por el periodo improductivo, principal caballo de batalla del sindicato.
El sábado, horas antes de que UP acordara en asamblea endurecer su postura ante el Departamento de Agricultura por la manera de gestionar la crisis del porcino, el consejero Grau anunció en la localidad de Sunyer (Garrigues) su decisión de sacrificar los cerdos de otra granja de Bellmunt que dista más de un kilómetro del foco y los de dos de Bellcaire d'Urgell (Noguera) por miedo a que los animales estén incubando la peste, aunque según la versión oficial, en ninguna se ha detectado síntomas. 'Con ello tratamos de evitar algún disgusto', agregó. Las tres han recibido animales de algunas de las seis explotaciones vecinas a la del último foco. La granja de Bellmunt tiene 500 cerdos y las de Bellcaire, 1.500 cada una.
Por su parte, el delegado de Agricultura en Lleida, Joan Fabregat, ha manifestado que el Departamento ha cerrado el expediente informativo abierto hace unos días al propietario de la granja con peste en Bellmunt, Josep Armengol, tras comprobar que, aunque tardó 10 días en declarar la enfermedad, no ha actuado de mala fe.
El sindicato Unió de Pagesos insistirá en reunirse con el consejero de Agricultura para tratar la crisis de la peste. La entrevista podría celebrarse este martes en la población de Puigverd de Lleida, donde Grau presidirá un acto con motivo de la Diada del Onze de Setembre.
El consejero de Agricultura anunció ayer que su Departamento ya dispone de 500 millones de pesetas correspondientes a la indemnización a los ganaderos, el 25% del total, que deben aportar el Gobierno central y Bruselas.