El uruguayo Hugo Burel gana el Premio Lengua de Trapo

Su novela se impone entre 212 originales

El guerrero del crepúsculo, de Hugo Burel, fue ayer la novela ganadora del VII Premio Lengua de Trapo de narrativa. La larga trayectoria del escritor uruguayo y la madurez de su apuesta literaria muestran que este galardón, cuya vocación inicial fue la de apoyar a autores jóvenes con obras primerizas, ha consolidado su prestigio y se ha transformado en una buena plataforma para proyectar las obras premiadas a un público más amplio.

'La literatura no tiene que ser una fotocopia de la realidad, es otra realidad', comenta Hugo Burel (Montevideo, 1951), que ha ganado con su se...

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El guerrero del crepúsculo, de Hugo Burel, fue ayer la novela ganadora del VII Premio Lengua de Trapo de narrativa. La larga trayectoria del escritor uruguayo y la madurez de su apuesta literaria muestran que este galardón, cuya vocación inicial fue la de apoyar a autores jóvenes con obras primerizas, ha consolidado su prestigio y se ha transformado en una buena plataforma para proyectar las obras premiadas a un público más amplio.

'La literatura no tiene que ser una fotocopia de la realidad, es otra realidad', comenta Hugo Burel (Montevideo, 1951), que ha ganado con su sexta novela, El guerrero del crepúsculo, la séptima edición del Premio Lengua de Trapo de narrativa, a la que se presentaron 212 originales. 'Se trata de un libro que apuesta decididamente por recrear la situación vital de un personaje', explica el escritor uruguayo. 'Tiene, por tanto, un aire intemporal y no hay alusiones a un contexto histórico concreto'.

Un vendedor de enciclopedias abandona el hospital después de haber sido sometido a una operación cerebral. Pasa por el consultorio de su neocirujano, se detiene en un restaurante, tiene un desafortunado encuentro con dos tipos que se hacen pasar por policías, visita un prostíbulo. De eso trata, sucintamente, El guerrero del crepúsculo. 'Las cosas que le ocurren al personaje son cosas cotidianas, normales', explica Burel. 'Pero hay ahí, entre líneas, una especie de fractura, de juego literario con la temporalidad, con la que pretendo que el lector no sepa si lo que está leyendo ocurre de verdad o son sólo sueños. Y que no lo sepa hasta la última línea'.

De Burel, la crítica ha elogiado, sobre todo, su capacidad para la construcción de estructuras narrativas de indudable eficacia. Ha publicado hasta ahora cinco libros de relatos y cinco novelas, la última de las cuales es El autor de mis días. La inmediatamente anterior, Los dados de Dios, que publicó Alfaguara en Montevideo con gran éxito, se ha distribuido hace poco en España.

Ignacio Vidal Folch, presidente de un jurado en el que han participado Martín Casariego, Fernando Royuela, Antonio Orejudo, Juan Manuel de Prada y José Huerta (editor de Lengua de Trapo), ha dicho que Burel tiene que ver con la literatura centroeuropea del absurdo, con Kafka y Beckett. Encantado con el premio, cuya dotación económica es de 750.000 pesetas y que quedó desierto en su edición del año pasado, Hugo Burel comentó que estos galardones 'no enriquecen la obra que has podido escribir, pero sin duda echan una mano al autor'.

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