Agricultura levanta la restricción de movimientos de cerdos en Alpuente

La Consejería de Agricultura levantó ayer las restricciones de movimiento del ganado porcino en la zona de protección de Alpuente-Corcolilla, establecida en un radio de tres kilómetros alrededor del foco de peste porcina detectado el pasado mes de julio en Alpuente, el primero de los que surgieron en la Comunidad. Esta medida permitirá, según fuentes del sector, la entrada de animales a las granjas de esta zona, la mayoría vacías tras los sacrificios. La salida de animales sigue pendiente de la decisión del Comité Veterinario de la Comisión Europea, que tiene previsto reunirse el 13 de septiem...

La Consejería de Agricultura levantó ayer las restricciones de movimiento del ganado porcino en la zona de protección de Alpuente-Corcolilla, establecida en un radio de tres kilómetros alrededor del foco de peste porcina detectado el pasado mes de julio en Alpuente, el primero de los que surgieron en la Comunidad. Esta medida permitirá, según fuentes del sector, la entrada de animales a las granjas de esta zona, la mayoría vacías tras los sacrificios. La salida de animales sigue pendiente de la decisión del Comité Veterinario de la Comisión Europea, que tiene previsto reunirse el 13 de septiembre, y afecta a cinco comarcas valencianas: Utiel-Requena, Camp de Túria, Rincón de Ademuz, l'Horta Nord y Los Serranos.

Agricultura ha decidido desbloquear la zona de Alpuente una vez se han cumplido los 30 días de plazo de seguridad establecidos tras la detección del foco y una vez los análisis efectuados a los animales del área han resultado negativos.

Hace unos días se levantaron también las inmovilizaciones en los tres kilómetros alrededor del brote de Vilamarxant y de la zona de vigilancia de entre tres y 10 kilómetros de los focos de Alpuente y Titaguas. Continúa el de Túejar.

Unos meses después de la aparición de la peste porcina en la Comunidad continúa pendiente el pago a los ganaderos de las indemnizaciones por el sacrificio de animales. La Unió de Llauradors estimó en 60.000 los cerdos sacrificados y en unas 87 las explotaciones afectadas por el mal. Son 1.500 millones de pesetas la cuantía de las indemnizaciones, unos 900 para los propietarios del ganado y otros 600 para los que explotan las granjas.