ESCÁNDALO FINANCIERO

Pilar Giménez-Reyna captó 'clientes especiales' que aportaron cientos de millones de pesetas

Camacho ofrecía como reclamo 'un trato fiscal favorable' y el respaldo del banco HSBC

Según el testimonio de uno de los afectados por la presunta estafa de Gescartera -que prefiere guardar el anonimato-, Pilar Giménez-Reyna acompañaba en ocasiones a Antonio Rafael Camacho a comidas de trabajo, en las que quien acabó siendo propietario de Gescartera desplegaba ante sus clientes los conocimientos propios de un destacado broker financiero. Camacho, por supuesto, pagaba el convite.

Camacho, según las fuentes consultadas, ofrecía la buena rentabilidad de la inversión, 'un trato fiscal favorable' y la seguridad de operar con 'una sociedad internacional garantizad...

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Según el testimonio de uno de los afectados por la presunta estafa de Gescartera -que prefiere guardar el anonimato-, Pilar Giménez-Reyna acompañaba en ocasiones a Antonio Rafael Camacho a comidas de trabajo, en las que quien acabó siendo propietario de Gescartera desplegaba ante sus clientes los conocimientos propios de un destacado broker financiero. Camacho, por supuesto, pagaba el convite.

Camacho, según las fuentes consultadas, ofrecía la buena rentabilidad de la inversión, 'un trato fiscal favorable' y la seguridad de operar con 'una sociedad internacional garantizada por el Hong Kong and Shangai Bank Corporation (HSBC)'. Giménez-Reyna, por su parte, aportaba con su presencia el peso de la respetabilidad o de la confianza, según los casos.

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En uno de los testimonios recabados por este diario de un destacado inversor, perjudicado en varios cientos de millones de pesetas, éste admite que el primer contacto con Camacho se debió 'a la recomendación de un amigo que lo describió como el número uno de su promoción como Agente de Cambio y Bolsa y poseedor de cuatro títulos universitarios'. Camacho desplegó toda su capacidad de convicción en el encuentro con el cliente, celebrado en 1995 y en el que contaba con un as en la manga que a la postre fue determinante: el padre del muy especial cliente y el padre de Pilar Giménez-Reyna, un alto mando de la Guardia Civil ya fallecido, habían sido amigos.

El apellido Giménez-Reyna facilitó el trato, y el tándem Camacho-Giménez-Reyna captó de un plumazo para la sociedad Stock Selection varios cientos de millones de pesetas en dinero contante y sonante y en acciones. 'Todo supuestamente legal', asegura el presunto estafado, quien aclara que, pese a la cuantiosa inversión realizada a través de Camacho -toda una muestra de confianza-, 'el único regalo que he recibido de Gescartera, año tras año, ha sido una agenda de sobremesa'.

La versión del cliente especial abunda en la sospecha de que Pilar Giménez-Reyna era en Gescartera algo más que una figura decorativa manipulada por Camacho y que, según afirmó, llegó a firmar un documento para asumir la presidencia de la agencia sin ser muy consciente de lo que ello representaba.

Esas sospechas han sido determinantes para que el fiscal que investiga el caso haya solicitado una nueva declaración de Pilar Giménez-Reyna en la Audiencia Nacional para que aclare, entre otros extremos, si se encargaba de manejar el dinero de clientes especiales poco dados a confesiones con la Hacienda pública.

La nueva declaración de la presidenta de Gescartera, imputada en el caso, se decidirá la próxima semana, según han señalado fuentes judiciales. Mientras, la Guardia Civil prosigue la investigación interna abierta en torno al coronel Giménez-Reyna, hermano de Pilar y Enrique, para determinar el alcance de su relación, probada, con el dueño de Gescartera.

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