Reportaje:

Compañeras del metal

La mujeres representan el 12% de los empleados del metal, un sector en el que trabaja el 25% de los valencianos

¿Dónde están las compañeras del metal? ¿Qué hacen las mujeres en un sector que continúa siendo mayoritariamente masculino? Los prejuicios de las empresas en muchos casos, la falta de interés de algunas mujeres en otros e, incluso, las presiones familiares contribuyen en mayor o menor grado a mantener a las trabajadoras fuera de las líneas de producción de las empresas metalúrgicas. En concreto, y según datos de la patronal valenciana del sector, Femeval, las mujeres representan el 12% de los trabajadores del metal y el 23% de la industria. Porcentajes escasos si se tiene en cuenta que la metal...

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¿Dónde están las compañeras del metal? ¿Qué hacen las mujeres en un sector que continúa siendo mayoritariamente masculino? Los prejuicios de las empresas en muchos casos, la falta de interés de algunas mujeres en otros e, incluso, las presiones familiares contribuyen en mayor o menor grado a mantener a las trabajadoras fuera de las líneas de producción de las empresas metalúrgicas. En concreto, y según datos de la patronal valenciana del sector, Femeval, las mujeres representan el 12% de los trabajadores del metal y el 23% de la industria. Porcentajes escasos si se tiene en cuenta que la metalurgia, que agrupa a 4.500 empresas industriales además de servicios y comercios, ocupa al 25% de los trabajadores valencianos.

En cualquier caso, haberlas, haylas, aunque según Enriqueta, cada vez menos. Enriqueta, que lleva 24 en este sector y en la misma empresa, defiende que si no hay más mujeres es porque las empresas no quieren. 'Hay muchas que han rellenado la solicitud y no les han hecho ni caso', comenta. El argumento que se escucha en los pasillos, explica, es que las mujeres cogen muchas bajas. Un aspecto que Enriqueta rechaza de plano. Aunque le gustaría tener más compañeras, trabaja con 90 personas y sólo 3 mujeres, también opina que es 'mejor trabajar con hombres'. En cualquier caso, asegura que las mujeres puedan realizar el 99% de los trabajos del sector. 'Hay puestos que son más pesados, pero hay otros que las mujeres hacen mucho mejor', argumenta.

La escasez es generalizada. Así, por ejemplo, el año pasado se realizó una convocatoria de empleo para cubrir 150 puestos en la siderúrgica Sigmed de Sagunto a la que se presentaron 1.600 solicitudes. De ese total, el 18,7% eran mujeres, según fuentes sindicales en la empresa. Tras las primeras cribas, fueron seleccionados alrededor de 110 candidatos con estudios de FP2 (el 18% mujeres) y otros 100 que con estudios primarios (el 10% eran mujeres). Finalmente, dos trabajadoras fueron contratadas. Según la empresa la escasa presencia femenina se debe a que las mujeres no se presentan a los puestos, a que las que se presentan proceden mayoritariamente de la formación profesional en administración, sanidad o informática y a la falta de experiencia en producción. En conjunto, de las 1.000 personas que emplea Sigmed, 37 son mujeres, y de ellas 8 están en producción, según la propia empresa.

Al igual que en Sigmed, el grueso de las empleadas del sector están en administración. Un ejemplo de esta situación es la factoría de Alstom en Albuixech, en la que trabajan 381 personas. De ese total, 241 están en líneas de producción y ninguna es mujer, según fuentes sindicales. En la planta trabajan 19 mujeres, todas en las oficinas. Una ausencia, explican, que se debe a la falta de candidatas a los puestos de línea y no a ningún tipo de discriminación.

En cualquier caso, la metalurgia, al igual que ocurre en otros sectores productivos, ha empezado a detectar escasez de mano de obra especializada y una creciente demanda de profesionales informáticos y de nuevas tecnologías. Según Femeval, se está experimentando un proceso de transformación tecnológica y organizativa que requiere mayor formación y preparación frente a un predominio actual de las cualificaciones basadas en la experiencia. Una mejor formación que presentan las mujeres pero que no se corresponde con los cargos que ocupan. La patronal valenciana ofrece un perfil de la situación.

El empleo femenino es más jóven y diversificado, tiene una mayor asalarización, su tasa de temporalidad supera en casi 11 puntos a la masculina y centra la práctica totalidad en la contratación a tiempo parcial. Femeval considera que las desigualdades discriminatorias en el sector son 'obvias y evidentes'. Por supuesto, los mismos parámetros hacen que la presencia de mujeres en puestos de dirección y responsabilidad sea escasa.

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La patronal valenciana del metal ha elaborado un proyecto para fomentar la igualdad de oportunidades y con el que intenta incorporar mujeres al sector. El proyecto, dotado con 300 millones de pesetas, está a la espera de ser aprobado, y subvencionado en un 75%, por el programa Equal del Fondo Social Europeo. El programa tendrá una duración de tres años e incluirá desde charlas y talleres a campañas de difusión y cursos de capacitación.

Una trabajadora en la planta de Ford en Almussafes.CARLES FRANCESC

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