Barcelona necesita más de medio millón de inmigrantes, según el Ayuntamiento

Acebillo cree que Iberia pretende convertir El Prat en satélite de Barajas

Si la región de Barcelona quiere mantener un ritmo de crecimiento no inferior al 1,5%, necesitará que en los próximos 10 años se incorporen medio millón de inmigrantes y hasta 800.000 en los próximos 20 años. Las cifras fueron hechas públicas ayer por el arquitecto jefe del Ayuntamiento de Barcelona, Josep Anton Acebillo. El máximo responsable del urbanismo dijo que Cataluña se ha quedado atrás en infraestructuras y cree que Iberia y Renfe pretenden convertir el aeropuerto de El Prat en un satélite del de Barajas.

Josep Anton Acebillo explicó las necesidades de inmigración de la región ...

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Si la región de Barcelona quiere mantener un ritmo de crecimiento no inferior al 1,5%, necesitará que en los próximos 10 años se incorporen medio millón de inmigrantes y hasta 800.000 en los próximos 20 años. Las cifras fueron hechas públicas ayer por el arquitecto jefe del Ayuntamiento de Barcelona, Josep Anton Acebillo. El máximo responsable del urbanismo dijo que Cataluña se ha quedado atrás en infraestructuras y cree que Iberia y Renfe pretenden convertir el aeropuerto de El Prat en un satélite del de Barajas.

Josep Anton Acebillo explicó las necesidades de inmigración de la región metropolitana de Barcelona a partir de un informe elaborado por Maria Antònia Moners, responsable del gabinete de programación de la alcaldía de Barcelona. Los datos han sido elaborados a partir del análisis de la demanda de puestos de trabajo y de la evolución de las altas y bajas en la Seguridad Social. Estos datos son parcialmente coincidentes con los manejados por otras instituciones. Así, un estudio de la Secretaría de Inmigración del Gobierno catalán cifra en no menos de 350.000 el número de inmigrantes que llegarán a Cataluña en los próximos cuatro años.

A 31 de diciembre pasado, la población inmigrante censada en la ciudad de Barcelona ascendía a 73.894 personas. En el conjunto de Cataluña, los residentes extranjeros ascendían a 214.996, lo que presentaba casi el 3,5% de la población.

Acebillo, que participaba en unas jornadas sobre la relación entre infraestructuras y economía, se preguntó cómo se iba a abordar el problema que representa dar vivienda a esta nueva población. No obstante, la mayoría de los ponentes, y también el propio Acebillo, se centraron en las infraestructuras relacionadas con la movilidad de personas y mercancías: trenes, carreteras, puertos y aeropuertos.

Acebillo criticó con dureza tanto los planes aeroportuarios del Gobierno catalán como los del Gobierno central, y se negó a discutir sobre el bucle para llevar el AVE hasta el aeropuerto, no sin antes haberlo calificado de 'antinatural' y haberse manifestado abiertamente en contra de esa obra. En su opinión, un asunto así sólo serviría para que una alianza entre Iberia y Renfe convirtiera el aeropuerto de Barcelona en un satélite del de Madrid.

El arquitecto jefe municipal aseguró que Barcelona y su entorno tienen un grave déficit de infraestructuras de transporte y que en lugar de solucionarlo el Gobierno catalán se dedica a hacer 'ingeniería financiera' para pagar obras que ya tendrían que estar hechas.

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El secretario de Urbanismo del Gobierno catalán, Ramon Roger, aseguró que Barcelona se halla en materia de infraestructuras (de transporte, pero también energéticas) al borde del colapso, que puede ser originado por un accidente o un corte de suministro. Roger aseguró que la dimensión de estas infraestructuras es insuficiente para garantizar la competitividad de las industrias catalanas. Eso sí, exculpó totalmente al Gobierno de Jordi Pujol, responsabilizó de la situación al Gobierno central y a las reticencias de los municipios a aceptar determinadas instalaciones.

Más optimista fue Joaquim Gay de Montella, dirigente de ACESA y de la patronal Fomento. En su opinión, todo está de maravilla porque 'estamos en primera línea en proyectos'. Gay de Montella defendió la conveniencia de que 'todas las infraestructuras' sean privadas y propuso el peaje como forma de mantenimiento. No precisó cómo se pagaría el peaje por pasar por una calle o por el alumbrado público.

Rafael Romero, presidente de la Cámara de Contratistas, sostuvo que las inversiones deben realizarse con un criterio de eficacia, en la medida en que ésta facilita la cohesión social. No obstante, aceptó en el diálogo que la equidad también tiene que pesar a la hora de decidir las inversiones.

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