Cartas al director

Atención a los enfermos de Alzheimer

En mi nombre y en el de mis hermanos quiero, a través del periódico que usted dirige, agradecer públicamente al Centro de Alzheimer María Wolff las atenciones y cuidados dispensados a mi madre, tanto en la Casa de Respiro de Boadilla del Monte como en los centros de día de las calles de Montesa y del Cardenal Silíceo, en Madrid.

Durante sus dos últimos años, mi madre pasó temporadas cortas en ellos, recibiendo, en todos y cada uno, un trato cariñoso, profesional y especializado, para hacerle más llevadera su enfermedad, y, además, para estimular y mantener las capacidades que aún poseía...

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En mi nombre y en el de mis hermanos quiero, a través del periódico que usted dirige, agradecer públicamente al Centro de Alzheimer María Wolff las atenciones y cuidados dispensados a mi madre, tanto en la Casa de Respiro de Boadilla del Monte como en los centros de día de las calles de Montesa y del Cardenal Silíceo, en Madrid.

Durante sus dos últimos años, mi madre pasó temporadas cortas en ellos, recibiendo, en todos y cada uno, un trato cariñoso, profesional y especializado, para hacerle más llevadera su enfermedad, y, además, para estimular y mantener las capacidades que aún poseía. Todo ello sirvió para conseguir que disfrutase de la mejor calidad de vida posible en su situación.

Como bien se sabe, la enfermedad de Alzheimer es una dolencia cruel: los enfermos requieren una atención permanente, y, en la mayoría de las ocasiones, es imposible proporcionársela en su propio domicilio. En cambio, el personal de los centros de día, o de la Casa de Respiro, ha recibido formación específica para ello, y posee y pone en juego con eficacia muchos más recursos que los familiares. La excelente labor de aquéllos repercute positivamente en la propia persona enferma y en quienes la rodean.

Es posible que haya quien aún no conozca la labor que realizan centros como los citados. Nosotros tenemos claro que se necesitan más centros de día como éstos a que me refiero, dada la incidencia y las peculiaridades de la enfermedad citada. Esperemos, por tanto, que los organismos oficiales competentes faciliten la creación y aumenten las ayudas de todo tipo para la mejor atención de los enfermos de Alzheimer.

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