Más allá del Plan Colombia
La Administración de Bush ha propuesto una estrategia de lucha contra el narcotráfico para Latinoamérica que parece reflejar una aceptación de las limitaciones del plan heredado de Bill Clinton, que confía en la ayuda militar a Colombia. La propuesta de Bush, acertadamente, lo enfoca desde un punto de vista regional más amplio, combinando el desarrollo económico y cultivos sustitutivos. Si llevara a una reorientación genuina de la política antidroga, merecería el apoyo del Congreso.
Colombia es el receptor principal de la ayuda antidroga norteamericana. El Plan Colombia, como se denomin...
La Administración de Bush ha propuesto una estrategia de lucha contra el narcotráfico para Latinoamérica que parece reflejar una aceptación de las limitaciones del plan heredado de Bill Clinton, que confía en la ayuda militar a Colombia. La propuesta de Bush, acertadamente, lo enfoca desde un punto de vista regional más amplio, combinando el desarrollo económico y cultivos sustitutivos. Si llevara a una reorientación genuina de la política antidroga, merecería el apoyo del Congreso.
Colombia es el receptor principal de la ayuda antidroga norteamericana. El Plan Colombia, como se denominó el plan de Clinton, proporciona 1,3 mil millones de dólares de ayuda durante dos años, destinada en su mayor parte a gasto militar y a la erradicación del cultivo de coca. Desgraciadamente, la Administración de Bush sigue comprometida con este plan y ya ha proporcionado a Colombia el dinero. El peligro del Plan Colombia es que podría enredar al personal militar norteamericano en la guerra civil colombiana. También vincula a EE UU con un ineficaz y abusivo Ejército colombiano, que mantiene estrechos vínculos con milicias paramilitares.
Aunque sería siempre bienvenido un enfoque regional equilibrado para combatir el narcotráfico, Washington no debería hacerse ilusiones sobre las limitaciones de tales esfuerzos. EE UU ha gastado muchos miles de millones de dólares (...), a pesar de lo cual la cantidad de droga que entra en el país apenas ha disminuido y tanto la cocaína como la heroína son cada vez más baratas y más abundantes.
Nueva York, 18 de mayo