Aislado ADN de salmones cántabros de 40.000 años
El salmón atlántico formó parte de la dieta de los habitantes del valle de Asón (Cantabria) durante los últimos 40.000 años, según estudios de fósiles hallados allí, en la cueva del Mirón, hechos por un equipo internacional que ha obtenido y analizado las secuencias de ADN de salmónidos más antiguas hasta ahora. Las muestras, sacadas de vértebras, tienen edades comprendidas entre 15.500 y 17.000 años en varias piezas y hasta 40.000 años en una de ellas, informan los científicos. El análisis de fragmentos del ADN mitocondrial realizado indica que en todos los casos se trata de salmón atlántico ...
El salmón atlántico formó parte de la dieta de los habitantes del valle de Asón (Cantabria) durante los últimos 40.000 años, según estudios de fósiles hallados allí, en la cueva del Mirón, hechos por un equipo internacional que ha obtenido y analizado las secuencias de ADN de salmónidos más antiguas hasta ahora. Las muestras, sacadas de vértebras, tienen edades comprendidas entre 15.500 y 17.000 años en varias piezas y hasta 40.000 años en una de ellas, informan los científicos. El análisis de fragmentos del ADN mitocondrial realizado indica que en todos los casos se trata de salmón atlántico (Salmo salar), un tipo hoy prácticamente ausente en la península Ibérica.
Los científicos han analizado 76 restos fósiles de peces recuperados en las excavaciones hechas por la Universidad de Cantabria y la Universidad de Nuevo México en El Mirón entre 1997 y 2000. El equipo, dirigido por Manuel R. González Morales (Universidad de Cantabria), acaba de dar a conocer sus resultados.
'Los hombres prehistóricos capturarían los salmones atlánticos posiblemente en el tramo medio y alto del Asón durante la época reproductiva, en otoño e invierno', comentan los científicos. Los salmones 'serían transportados enteros hasta la cueva del Mirón y serían cocinados o ahumados a un fuego de baja intensidad, posiblemente abriéndolos longitudinalmente'.
Entre los fósiles rescatados en El Mirón figuran huesos de cabra montés, dientes de ciervos, caballos y bisontes, así como muchos restos de salmones y de otros tipos de peces. También se han encontrado más de 2.000 instrumentos y decenas de miles de restos de talla. En la cueva hay, además, pinturas rupestres. En las investigaciones de la cueva participan expertos de ocho países europeos y americanos.