Tribuna:DEBATE SOBRE LA EUTANASIA

El derecho a morir dignamente

Los diputados del grupo socialista del Parlamento de Andalucía hemos presentado una iniciativa sobre 'Los derechos a la información y a la autonomía de los pacientes y el derecho a morir dignamente', con la que pretendemos abrir un gran debate en la sociedad andaluza sobre la eutanasia. Se trata, sin duda, de una reflexión ineludible, por cuanto que la cuestión sobre la frontera de la muerte, que se plantea todos los días en nuestros hospitales, lo hace muchas veces de manera dramática, creando situaciones de angustia entre los familiares del enfermo, y generando dudas de tipo ético e incluso ...

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Los diputados del grupo socialista del Parlamento de Andalucía hemos presentado una iniciativa sobre 'Los derechos a la información y a la autonomía de los pacientes y el derecho a morir dignamente', con la que pretendemos abrir un gran debate en la sociedad andaluza sobre la eutanasia. Se trata, sin duda, de una reflexión ineludible, por cuanto que la cuestión sobre la frontera de la muerte, que se plantea todos los días en nuestros hospitales, lo hace muchas veces de manera dramática, creando situaciones de angustia entre los familiares del enfermo, y generando dudas de tipo ético e incluso sentimientos de inseguridad jurídica entre los propios profesionales sanitarios.

En este contexto, y para aproximarnos al problema en su escenario natural, tendremos que reflexionar sobre cómo está planteada la actual relación médico-enfermo, la cual se ha alejado definitivamente de la antigua relación paternalista tradicional, encuadrándose hoy entre el principio de la beneficencia, que obliga al médico a hacer todo lo que esté en su mano en favor de la salud del enfermo, y el principio de autonomía de éste, que le da derecho a ser el que tome la última decisión sobre todo aquello que le afecte. Es precisamente esta nueva relación de igualdad, la que consagra al paciente como centro y referente de todo nuestro sistema sanitario, convirtiéndose este principio en uno de los fundamentos de las políticas públicas en materia de salud.

Por su parte, el derecho a morir dignamente está estrechamente vinculado al reconocimiento jurídico de la dignidad y la autonomía de la persona. De ahí que pensemos que la libre voluntad de los enfermos que se encuentran en una situación terminal irreversible y en los que el uso de medios artificiales para alargar sus vidas no haga otra cosa que provocar sufrimientos innecesarios, debería ser respetada, y el ejercicio de este derecho, reconocido y regulado. Pues, en efecto, el derecho fundamental del libre desarrollo de la personalidad que recoge el artículo 10.1 de la Constitución Española, no se desarrolla sólo mientras se vive, sino que se demuestra también en la manera en que uno quiere morir. Esta opción a morir dignamente debe poder ser también manifestada de manera anticipada, mediante lo que conocemos como 'testamento vital' y en el que los ciudadanos tienen la opción de poder expresar sus decisiones ante determinadas situaciones clínicas en las que concurran circunstancias que no les permitan decidir libremente y ejercer su derecho a la autonomía. Piénsese, por ejemplo, en enfermos en estado de coma o en aquellos casos en los que un profundo deterioro les impida expresar su voluntad. De esta manera, si el uso generalizado del consentimiento informado viene siendo desde hace algunos años la concreción del principio de autonomía de los pacientes, hoy, el testamento vital podría representar una especie de anticipo del conocimiento informado. Con nuestra iniciativa tratamos también de promover la constitución de comités de Bioética en las instituciones sanitarias andaluzas, así como la elaboración con su ayuda de un protocolo de actuación para casos de enfermos terminales que garantice en todos los casos una muerte digna.

Desde el PSOE-A consideramos que es el momento de dar nuevos pasos en favor del enfermo como sujeto de derechos no estrictamente relacionados con la protección a su salud, sino con su desarrollo como persona. Estar enfermo nunca debería constituir una merma en el ejercicio de estos derechos. El derecho de los pacientes a la privacidad, a la confidencialidad, el derecho a una información apropiada que garantice el ejercicio efectivo de la autonomía, y cuyo desarrollo recoge también, junto al derecho a poder morir dignamente, nuestra iniciativa parlamentaria, componen esta nueva generación de derechos y de cuyo adecuado ejercicio depende en sentido amplio la calidad de nuestro sistema sanitario, tal como debemos entenderla hoy. Se trata de derechos positivos. Y al fin y al cabo, el derecho a morir dignamente no consiste en decidir entre la vida y la muerte, sino, como alguien afirmara, en poder elegir entre dos formas diferentes de morir. Para participar en el debate o solicitar información: www.psoe-aonline.com

Antonio Núñez Roldán e Inmaculada Gálvez Torres son diputados del Grupo Socialista del Parlamento de Andalucía.

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