Entrevista:LISE BERGH | SECRETARIA DE ESTADO DE IGUALDAD DE SUECIA

'La demografía europea empuja hacia la igualdad entre hombres y mujeres'

La baja natalidad y el aumento de la esperanza de vida en la Unión Europea juegan a favor de la igualdad entre hombres y mujeres, sostiene la secretaria de Estado para Asuntos de Igualdad de Suecia, Lise Bergh. Un objetivo de la actual presidencia sueca de la Unión Europea es, precisamente, avanzar en la equiparación entre los sexos. 'No hemos logrado medidas concretas, pero sí hemos conseguido que se hable de ello', señala Bergh, que ha visitado Madrid.

Pregunta. ¿Cómo se puede avanzar en la igualdad entre hombres y mujeres en la UE?

Respuesta. Queremos que...

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La baja natalidad y el aumento de la esperanza de vida en la Unión Europea juegan a favor de la igualdad entre hombres y mujeres, sostiene la secretaria de Estado para Asuntos de Igualdad de Suecia, Lise Bergh. Un objetivo de la actual presidencia sueca de la Unión Europea es, precisamente, avanzar en la equiparación entre los sexos. 'No hemos logrado medidas concretas, pero sí hemos conseguido que se hable de ello', señala Bergh, que ha visitado Madrid.

Pregunta. ¿Cómo se puede avanzar en la igualdad entre hombres y mujeres en la UE?

Respuesta. Queremos que sea un elemento tenido en cuenta en todas las áreas, como una corriente que empape. La cuestión se abordó en la primera reunión informal de ministros de enero pasado. Era una manera de mostrar que es un asunto social impotante. Además, la situación demográfica de Europa empuja hacia la igualdad.

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P. ¿Por qué?

R. Hasta los ministros de Finanzas se dan cuenta de que la igualdad es muy importante, porque al haber menos niños y más ancianos, se necesita gente en el mercado laboral y en muchos países esa gente son mujeres. Pero también se precisa que las mujeres tengan más hijos. Por eso, hay que facilitar que ellas tengan hijos y trabajen.

P. ¿Cómo?

R. La única posibilidad de que las mujeres tengan oportunidades reales en el mercado laboral es animar a los hombres para que participen en la misma medida que ellas en las responsabilidades domésticas, como el cuidado de niños y de ancianos. La desigualdad en la familia es desastrosa para las mujeres en la esfera laboral.

P. ¿Qué papel pueden jugar las empresas?

R. Si se comparten las tareas domésticas, cambiará la vida laboral, porque los empleadores tendrán que adaptarse a los hombres y a las mujeres. Muchas empresas inteligentes en Suecia se han dado cuenta y saben que, si tienen una buena política familiar, atraerán a hombres y mujeres. Por eso, ayudan a conciliar la vida familiar y laboral.

P. ¿Tienen ustedes una situación óptima?

R. No es tan buena como podría. Muchas mujeres trabajan a tiempo parcial y en el sector público, donde los sueldos son más bajos porque es un sector dominado por las mujeres. Por otro lado, existe una amplia red pública a disposición de las familias para el cuidado de niños y ancianos.

P. El nacimiento de un hijo supone en Suecia 12 meses pagados, uno de ellos para el padre.

R. Sí, y pronto serán dos meses. Si el padre no toma ese mes retribuido, lo pierde la familia, porque no se lo puede transferir a la madre. Cada uno debe tomar al menos un mes. El resto del tiempo pueden dividírselo como quieran. De esta manera, los empleadores no ven a las mujeres como un problema.

P. ¿Es partidaria de un sistema de cuotas?

R. Nunca lo hemos aplicado. Tenemos una ley de Igualdad de Sexos que obliga a los empleadores a tomar medidas activas para promover la igualdad de género en los centros de trabajo. Si no lo hacen, el Ombudsman de la Igualdad de Oportunidades puede llevarles ante una comisión específica y se arriesgan a pagar una multa. De todas formas, no hay muchas mujeres en los puestos de alta dirección, sobre todo en las empresas privadas.

P. Pero sí las hay en el Gobierno, ahora socialdemócrata.

R. En la vida política existe una especie de cuotas voluntarias y las mujeres tenemos muy buena situación. Hay tantas ministras como ministros. Es muy difícil dar marcha atrás.

P. ¿Qué tal funciona la prohibición sueca de comprar servicios sexuales?

R. Desde hace dos años está prohibida la compra de servicios sexuales, no la venta, porque no queremos criminalizar a las prostitutas, la mayoría forzadas a ejercer por los traficantes. La ley es neutral, también prohíbe comprar los servicios de los hombres. La prostitución callejera ha bajado, aunque no ha desaparecido. Los traficantes empiezan a evitar Suecia y eso es muy bueno. Los países vecinos dicen que las mujeres les llegan a ellos y nosotros les contestamos que apliquen una norma igual. Personalmente, creo que nuestra ley es el camino correcto para afrontar el problema.

P. ¿La recomieda?

R. Sí, porque no se puede comprar y vender gente. Además, la ley permite luchar contra el tráfico de mujeres, algo muy difícil de hacer cuando la prostitución es legal.

Lise Bergh, la semana pasada en Madrid.ULY MARTÍN

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