El Palau del Lloctinent se deteriora mientras espera la rehabilitación prometida hace ocho años

El Ministerio de Cultura, que mantiene el inmueble vacío, no tiene planes a corto plazo

Nada hacía presagiar a finales de los ochenta que pocos años después el traslado del Archivo de la Corona de Aragón a un edificio de nueva planta dejaría vacío y sin uso el Palau del Lloctinent, la noble casa que lo albergaba desde el siglo XIX. En aquellos años, todos los males del archivo, que parecían ser muchos, a juzgar por las declaraciones efectuadas entonces por su responsables, iban a resolverse con una importante rehabilitación del inmueble, propiedad de la Administración central.

Pero de la noche a la mañana todo cambió: en menos de cinco años se buscó un solar y se proyectó ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Nada hacía presagiar a finales de los ochenta que pocos años después el traslado del Archivo de la Corona de Aragón a un edificio de nueva planta dejaría vacío y sin uso el Palau del Lloctinent, la noble casa que lo albergaba desde el siglo XIX. En aquellos años, todos los males del archivo, que parecían ser muchos, a juzgar por las declaraciones efectuadas entonces por su responsables, iban a resolverse con una importante rehabilitación del inmueble, propiedad de la Administración central.

Pero de la noche a la mañana todo cambió: en menos de cinco años se buscó un solar y se proyectó y levantó el edificio que hoy alberga el archivo, obra de los arquitectos Lluís Domènech y Roser Amadó. Cinco años, para lo que se estila en las administraciones públicas, al menos en las que se ocupan de los asuntos de la cultura, es todo un récord: el proceso de construcción del Auditori y del Teatre Nacional, por ejemplo, se prolongó más de 10 años, y la rehabilitación del Palau Nacional de Montjuïc, como sede del MNAC, se inició a mediados de la década de los ochenta y aún no ha concluido.

Pero la celeridad con la que se actuó en la construcción de la nueva sede del archivo se vio truncada a la hora de cumplimentar el compromiso que las autoridades del Ministerio de Cultura habían adquirido con anterioridad y reiteraron el día de la inauguración del nuevo inmueble, en mayo de 1993: en un futuro próximo, dijeron, el Palau del Lloctinent 'será rehabilitado y funcionará como centro de difusión cultural del ACA, es decir, acogerá conferencias, exposiciones y cursos relacionados con el fondo histórico y documental'.

Y a punto estuvieron de cumplir: la victoria del PP sobre el PSOE en las elecciones de 1996 interrumpió la convocatoria de la preceptiva subasta destinada a contratar a la empresa o empresas necesarias para ejecutar el proyecto de rehabilitación, realizado también por Domènech y Amadó con un coste que entonces se calculó en unos 700 millones de pesetas.

Con la asunción del Gobierno por el PP, la rehabilitación del Palau del Lloctinent desapareció de las prioridades del ministerio, ahora llamado de Cultura y Educación. El director del ACA, Carlos López, lo confirmó el pasado lunes: 'Tenemos un proyecto , no un proyecto ejecutivo, sino un proyecto sobre el que hablar; además, está pendiente la constitución del patronato'.

Se refería el director al máximo órgano de gestión del archivo, cuya creación está pendiente ¡desde los primeros años ochenta! La pertinaz demora se ha producido porque las instituciones implicadas nunca han logrado ponerse de acuerdo. El patronato debe estar formado por representantes de los gobiernos de Cataluña, Valencia, Aragón y Baleares, además del Gobierno central, que es el titular del archivo y lo gestiona en la actualidad.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Mientras las autoridades intentan ponerse de acuerdo, el edificio ha entrado en un serio proceso de degradación, hasta el punto de que el ministerio ha debido abrir en los últimos años hasta dos expedientes de consolidación de emergencia. Desde la calle puede apreciarse, por ejemplo, que las dos torretas situadas en la parte superior de la fachada principal están sujetas con una malla de plástico para evitar que cualquier desprendimiento pueda casusar daños. Además, personas conocedoras de la situación del inmueble afirman que el amplio patio central ha sido cubierto con una red para impedir que las pocas personas que tienen acceso a él -los guardias de seguridad, por ejemplo- sufran algún daño, tal es el peligro de que se produzcan desprendimientos. Técnicos del ministerio han visitado en los últimos tiempos el edificio y están al corriente, por tanto, su difícil situación.

Construido a mediados del siglo XVI por Antoni Carbonell, el Palau del Lloctinent consta de sótano, bajos y cuatro plantas con una superficie global de unos 3.400 metros cuadrados.

Archivado En