Reportaje:

Los claroscuros de un régimen

Eibar organiza una exposición para conmemorar el 70 aniversario de la proclamación de la II República

14 de abril de 1931. Eibar se adelanta a las grandes capitales y sobre las seis y media de la mañana proclama, con ciertas reservas, la caída de la monarquía de Alfonso XIII y la instauración de la II República. Aún no se atreve a manifestar sus emociones ni sus esperanzas de futuro. Sólo cuando se confirma que Barcelona también se ha sumado al nuevo régimen, los eibarreses montan una escalera, retiran del Ayuntamiento una placa con referencias al Rey y colocan en su lugar otra de la República.

La marea popular ante el consistorio, retratada aquel día por el fotógrafo Castrillo Ortuoste...

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14 de abril de 1931. Eibar se adelanta a las grandes capitales y sobre las seis y media de la mañana proclama, con ciertas reservas, la caída de la monarquía de Alfonso XIII y la instauración de la II República. Aún no se atreve a manifestar sus emociones ni sus esperanzas de futuro. Sólo cuando se confirma que Barcelona también se ha sumado al nuevo régimen, los eibarreses montan una escalera, retiran del Ayuntamiento una placa con referencias al Rey y colocan en su lugar otra de la República.

La marea popular ante el consistorio, retratada aquel día por el fotógrafo Castrillo Ortuoste, es el arranque de una exposición, ubicada en el Ayuntamiento que a partir de mañana reivindica el protagonismo de los vecinos de la villa en un acontecimiento clave de la historia contemporánea española.

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La muestra, que abarca el periodo hasta el comienzo de la guerra civil en 1936, representa el diálogo respetuoso del hoy con el ayer. De hecho, la memoria histórica habla por sí sola, una vez que artistas contemporáneos locales -Juan Luis Baroja-Collet, José Antonio Azpilicueta, Leire Kareaga, Fernando Beorlegui, Marina Barrena, José Zugasti y Asier Laspiur- presentan con sus propias obras los diferentes apartados de la exposición.

Barrena simboliza con Primavera, un cuadro abstracto de colores vivos, el entusiasmo que se apoderó del pueblo con el cambio de régimen. Junto al lienzo figuran multitud de fotografías de los eibarreses en la plaza del pueblo, carteles que anuncian la celebración de un gran acto de afirmación republicana en Valencia, banderas originales, e incluso bicicletas, que entonces tenían en el manillar un dispositivo para llevar el bocadillo.

Cada pieza tiene su trasfondo político, pero también esconde numerosas historias personales. En la sala se exhibe la reproducción fotográfica de una pistola que Eibar regaló al primer presidente republicano, Niceto Alcalá-Zamora. Cuentan los responsables de la exposición que fue una mujer la que se encargó de las tareas de damasquinado. 'Vio que el tiempo se le echaba encima y suspendió su viaje de novios para acabar la pieza'.

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Republikia 1931/2001 ofrece una visión global de la época. Se detiene en los cambios políticos, pero también recoge las manifestaciones culturales, la situación de la mujer, los avances de la educación, de la sanidad... Un cartel del Ministerio de Instrucción Pública y Sanidad muestra fotografías de enfermeras atendiendo a niños y se autopublicita: 'Los transtornos nutritivos de los niños causan más víctimas que la guerra. En España se morían antes de la República 100.198 niños al año. Hoy, para evitar esto el pueblo dispone de los Servicios de Higiene Infantil'.

Otro cartel demuestra que ya entonces se realizaban campañas de sensibilización sobre la seguridad en el trabajo. En el interior de una casa una mujer llora y atiende a su hija. Al fondo, se ve a un hombre al que le falta una pierna. 'La imprudencia en el trabajo lleva la ruina al hogar', reza.

Carnés de afiliación, actas municipales o paquetes de cigarrillos conviven en la sala con fotos de Franco y auriculares en los que se pueden escuchar las voces de Azaña y el lehendakari José Antonio Aguirre, dentro de sendos programas que realizó en su día Radio Nacional. Tres ordenadores proyectarán un diaporama con las voces e imágenes de eibarreses que vivieron esos años. Es la historia no escrita.

La muestra, comisariada por Yolanda Ruiz Urbón, es la pieza angular del programa organizado por el Ayuntamiento de Eibar para conmemorar el 70 aniversario de este episodio histórico, una efeméride que se conocerá con todos sus claroscuros gracias también a la proyección de un vídeo, varias publicaciones y el diálogo que mantendrán los historiadores Juan Pablo Fusi y Paul Preston el 5 de abril.

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