Una sola persona pudo matar a la mujer de Oiartzun, según los forenses

Dos médicos del Instituto Anatómico Forense de San Sebastián declararon ayer que 'pudo bastar una sola persona' para acabar con la vida de Miren Nekane G.A., quien recibió 117 puñaladas la noche del 18 de agosto de 1999 en Oiartzun. Los peritos precisaron que la víctima recibió las primeras cuchilladas que le provocaron la muerte cuando se encontraba 'arrodillada o sentada' y 'agarrada por el pelo'.

Tanto el fiscal como la acusación popular, representada por la asociación Eskabide, sostienen en sus calificaciones provisionales que el acusado, F.J.S., apuñaló a la víctima mientras la tam...

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Dos médicos del Instituto Anatómico Forense de San Sebastián declararon ayer que 'pudo bastar una sola persona' para acabar con la vida de Miren Nekane G.A., quien recibió 117 puñaladas la noche del 18 de agosto de 1999 en Oiartzun. Los peritos precisaron que la víctima recibió las primeras cuchilladas que le provocaron la muerte cuando se encontraba 'arrodillada o sentada' y 'agarrada por el pelo'.

Tanto el fiscal como la acusación popular, representada por la asociación Eskabide, sostienen en sus calificaciones provisionales que el acusado, F.J.S., apuñaló a la víctima mientras la también imputada M.I.M. le sujetaba. El procesado, sin embargo, mantiene que cometió el crimen en solitario y exculpa a su entonces novia, quien también asegura que no participó en los hechos.

Durante la sexta jornada del juicio con jurado popular que se sigue en la capital guipuzcoana por el caso Oiartzun, los médicos forenses explicaron que Miren Nekane G. A. murió desangrada como consecuencia de las puñaladas que recibió en el cuello, ya que le seccionaron la yugular y la carótida. La víctima, según indicaron, intentó protegerse de su atacante con los brazos y las manos, ya que presentaba numerosas heridas en sus extremidades superiores.

De rodillas o sentada

Los forenses señalaron que cuando Miren Nekane G.A. recibió estas primeras puñaladas mortales se encontraba 'arrodillada o sentada' y 'agarrada por el pelo', al tiempo que admitieron que, para llevar a cabo esta acción, 'pudo bastar una sola persona'. En este sentido, apuntaron que la víctima 'no tenía marcas en las muñecas y brazos de haber sido agarrada' por una segunda persona. 'Si hubiera estado sujeta, no hubiera podido sufrir las heridas en las extremidades', concretaron.

La víctima, en cualquier caso, dejó de resistirse tras estas mortales cuchilladas debido a la 'rapidísima' pérdida de sangre. No obstante, su atacante continuó agrediéndole, asestándole numerosas puñaladas en el dorso y la espalda justo antes de la muerte de la mujer o después de su fallecimiento, según los forenses.

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Los peritos, en virtud de los diferentes análisis realizados, confirmaron que el autor confeso del crimen era, antes y después de los hechos, consumidor habitual de estupefacientes. En cuanto a la posibilidad de que el procesado acuchillara a Miren Nekane G.A. bajo los efectos de las drogas -'iba drogado hasta las cejas', declaró el joven-, uno de los médicos subrayó que, bajo una 'intoxicación plena', una persona 'es capaz de hacer poquitas cosas o ninguna'.

Por su parte, dos técnicas del Instituto Nacional de Toxicología señalaron que se hallaron restos de sangre de la víctima y el acusado en el lugar del crimen y en el vehículo del procesado. Por el contrario, según dijeron, no se encontró muestra alguna de la imputada.

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