30 cazadores de Morella organizan una batida por los ataques a ovejas
Una treintena de cazadores de Morella realizó ayer por la mañana una batida para localizar una serie de perros salvajes o lobos que desde hace semanas vienen atacando a rebaños de ovejas del término municipal. Uno de estos animales, una hembra, fue abatido ayer por los cazadores que ya contaban con el correspondiente permiso de la Consejería de Medio Ambiente de la Generalitat para este tipo de acciones. Hasta el momento son varias las ovejas que han muerto tras ser víctimas de estos caninos salvajes. A pesar de la captura y muerte realizada ayer por los cazadores, ni agricultores ni represent...
Una treintena de cazadores de Morella realizó ayer por la mañana una batida para localizar una serie de perros salvajes o lobos que desde hace semanas vienen atacando a rebaños de ovejas del término municipal. Uno de estos animales, una hembra, fue abatido ayer por los cazadores que ya contaban con el correspondiente permiso de la Consejería de Medio Ambiente de la Generalitat para este tipo de acciones. Hasta el momento son varias las ovejas que han muerto tras ser víctimas de estos caninos salvajes. A pesar de la captura y muerte realizada ayer por los cazadores, ni agricultores ni representantes de la Consellería han podido determinar si se trata de lobos o perros salvajes, ni tampoco su origen y procedencia.
El sector ganadero de la comarca de Els Ports atraviesa desde hace meses una crítica situación motivada por el mal de las 'vacas locas' que ha mermado gravemente el mercado. Además, el sector viene sufriendo los ataques mortales de estos animales a la cabaña lanar y el pasado viernes un ganadero veía impotente como una bandada de buitres hambrientos acababa con la vida de una vaca.
Varios representantes del sector ganadero han denunciando la grave crisis que atraviesa esta industria primaria, 'desde el mal de las vacas locas vamos de mal en peor, ya que las dificultades son cada vez mayores. Desde la caída del mercado, los problemas creados por los piensos y las harinas cárnicas, las prohibiciones de depósito de cadáveres animales, las continuas y confusas normativas oficiales y, ahora, además cierran las buitreras y los buitres se comen nuestras reses vivas'.