El ex director de las Obras Misionales en España implica en una estafa al anterior nuncio del Papa

Irízar relaciona el fraude con el intento de vender obras de arte para un homenaje a Juan Pablo II

'No hay ningún comentario que hacer sobre ese asunto'. Así despachó la Nunciatura (Embajada) del Vaticano en España las directas acusaciones del ex director nacional de las Obras Misionales Pontificias (OMP) en España, José Luis Irízar Artiach, contra el anterior nuncio, Lajos Kada, que abandonó el cargo por razones de edad en febrero del año pasado. Igual hermetismo se produjo en la Conferencia Episcopal Española, infoma la agencia EFE.

El ex director de OMP explicó ayer, con su firma y el membrete de la Dirección Nacional de Obras Misionales Pontificias, que la 'estafa' se produjo med...

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'No hay ningún comentario que hacer sobre ese asunto'. Así despachó la Nunciatura (Embajada) del Vaticano en España las directas acusaciones del ex director nacional de las Obras Misionales Pontificias (OMP) en España, José Luis Irízar Artiach, contra el anterior nuncio, Lajos Kada, que abandonó el cargo por razones de edad en febrero del año pasado. Igual hermetismo se produjo en la Conferencia Episcopal Española, infoma la agencia EFE.

El ex director de OMP explicó ayer, con su firma y el membrete de la Dirección Nacional de Obras Misionales Pontificias, que la 'estafa' se produjo mediante la venta de carpetas de arte justificada en un 'pretendido homenaje al Papa'. La carta de José Luis Irizar está dirigida a sus 'hermanos y hermanas misioneros' y remitida por él mismo a varios medios de comunicación, entre ellos EL PAÍS. Irízar se queja en la misiva, también, del procedimiento seguido para el relevo en un cargo en el que llevaba cinco años, prorrogables legalmente a otros cinco.

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El 12 de febrero, la agencia oficial misionera FIDES anunció que el cardenal Josep Tomko, prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, había nombrado a Francisco Pérez-González, obispo de Osma-Soria, para desempeñar el cargo que hasta entonces tenía Irizar. La Iglesia católica en España no informó oficialmente de ese nombramiento, que ayer confirmó la Conferencia Episcopal. Pérez-Gonzalez simultaneará el cargo de director de OMP con su labor de obispo en la diócesis de Osma-Soria.

En su carta de despedida, José Luis Irizar justificó ayer su actuación como director de OMP durante cinco años -recaudó en ese tiempo 20.000 millones de pesetas para obras de cooperación misionera-, y anunciaba en el primer párrafo verse obligado 'en conciencia' a hacer la denuncia de estafa y de otras irregularidades. 'No puedo ni debo en conciencia ocultar el más grave problema que se me presentó en los años 1996, 97, 98 y 99', dice el sacerdote.

Los problemas, según Irízar, empezaron cuando la Nunciatura Apostólica en España le solicitó un despacho de la dirección nacional de OMP 'para una señora que se presentó como directora comercial de un supuesto homenaje al papa Juan Pablo II, con motivo del XV aniversario de su proclamación, consistente en la venta de 500 colecciones de carpetas que contenían doce facsímiles de pinturas de artistas contemporáneos'. El precio de cada carpeta, según la carta, ascendía a un millón y medio de pesetas, y con la recaudación se pretendía 'establecer en Roma una sala de Arte Contemporáneo en homenaje al Papa'.

Irízar relata que, tras el primer año de actividades comerciales, comenzó 'a intuir ciertas anomalías' que le 'alertaron sobre la conveniencia de investigar la veracidad de este pretendido homenaje al Papa'. 'Habiendo consultado a varios obispos de España sobre la implicación que observaba del sr. nuncio Lajos Kada apoyando con documentos y escritos esta venta, acudí a la Secretaría de Estado [del Vaticano] el 17 de diciembre de 1997, en donde lamentablemente me confirmaron que se trataba de una estafa'. José Luis Irizar agrega que a su regreso de Roma intentó despedir a la directora comercial informando por carta al nuncio de su intención. 'Mi sobresalto fue grande cuando el Sr. Nuncio Apostólico me lo prohibió, como bien puedo demostrar mediante la carta que él mismo me remitió en contestación a mi súplica'.

Irízar añade que entonces comenzó 'un verdadero calvario que no ha terminado' y que a quienes tuvo que despedir 'iniciaron una campaña de calumnias graves e infundadas' contra su persona. 'Todo el empeño era destruirme para poder proseguir con la venta de esas colecciones y con otros asuntos de extrema gravedad que harían muy larga esta carta', concluye.

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