'Fox tiene los mismos objetivos que la marcha zapatista'
Jorge G. Castañeda, el académico de izquierdas, de 47 años, a quien el presidente Vicente Fox eligió para dirigir la política exterior de México, inicia hoy su primera visita oficial a España desde que la nueva Administración reformista asumiera el poder el pasado diciembre. En tan poco tiempo ha tenido una participación decisiva en la concesión de extradición del ex militar argentino Ricardo Cavallo, acusado de tortura y genocidio por el juez Baltasar Garzón. Ayer participó en Bruselas en la primera reunión del Consejo Conjunto UE-México para examinar los primeros resultados del tratado de li...
Jorge G. Castañeda, el académico de izquierdas, de 47 años, a quien el presidente Vicente Fox eligió para dirigir la política exterior de México, inicia hoy su primera visita oficial a España desde que la nueva Administración reformista asumiera el poder el pasado diciembre. En tan poco tiempo ha tenido una participación decisiva en la concesión de extradición del ex militar argentino Ricardo Cavallo, acusado de tortura y genocidio por el juez Baltasar Garzón. Ayer participó en Bruselas en la primera reunión del Consejo Conjunto UE-México para examinar los primeros resultados del tratado de libre comercio suscrito hace casi un año por ambas partes, y en vigor desde el pasado julio. Castañeda viajó a Madrid en el avión oficial del ministro español de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, prueba de las buenas relaciones entre ambos Gobiernos. El presidente José María Aznar visitará México el próximo junio.
El bloqueo de Estados Unidos a Cuba es contraproducente, injusto e ineficaz
Pregunta. ¿El fuego de recriminaciones entre el EZLN y el Gobierno está dañando el significado de la marcha zapatista?
Respuesta. Ni lo más mínimo. No creo que tenga ninguna importancia en comparación con el hecho fundamental de que esta marcha está teniendo lugar, que se está llevando a cabo con plena tranquilidad, con todas las garantías, toda la seguridad, todo el orden que requiere. Es una marcha, como ha dicho el presidente Fox, por la paz, para la paz y cuya causa e inspiración comparten la mayoría de los mexicanos.
P. Pero el subcomandante Marcos les acusa de estar capitalizando todo este proceso.
R. Insisto, lo más importante es que la marcha está teniendo lugar, con tranquilidad y orden, provocando entusiasmo por parte de todos los participantes, con toda transparencia y con un número muy importante de extranjeros. Se habla de 400, 500.
P. El EZLN sostiene que el Gobierno está incumpliendo las promesas de poner en libertad a más presos zapatistas y de frenar la retirada de tropas de Chiapas
R. Si no me equivoco, anteayer fueron excarcelados una veintena de presos más. Lo importante es lo que ha planteado el presidente Fox, que su disposición para seguir por ese camino es grande, pero también quisiera ver alguna disposición del otro lado a iniciar el diálogo que debe desembocar en un final del conflicto, no en un final de las causas milenarias del conflicto.
P. ¿Les sorprende que los zapatistas elijan como representante en las negociaciones a un líder que no sea Marcos?
R. No, es un asunto enteramente de ellos. Ya veremos lo que acontece. Lo importante es la voluntad muy clara del Gobierno no sólo de permitir la marcha, sino de apoyarla. Porque es una marcha cuyos objetivos son los del Gobierno: la aprobación de la ley de la Comisión para la Concordia y la Paz (Cocopa) y la transformación del zapatismo en un movimiento político que participe en la vida política del país. Ésos son los objetivos del Gobierno y los de la marcha, con lo cual no puede haber mayor coincidencia.
P. ¿De qué modo van a cambiar las relaciones de México con EE UU?
R. En algunos aspectos se están ya dando los cambios. El primero es que se ha logrado colocar en la agenda el tema migratorio. Había estado presente en la relación por más de un siglo, pero no había estado en la agenda porque EE UU no lo aceptaba y México no había insistido. El logro más importante del encuentro entre los presidentes Bush y Fox fue colocar este tema en la agenda y la aceptación por parte de EE UU de iniciar negociaciones al más alto nivel a este respecto.
P. ¿Esperan de EE UU un gesto de amnistía de mexicanos indocumentados?
R. Bueno, esperamos más que un gesto. Eso es parte de la negociación. Obviamente, el tema de la situación legal de los mexicanos presentes en EE UU es un tema propio de la negociación, y está en la agenda junto con el de la violencia en la frontera, o el de los programas de trabajadores temporales, o el de la ampliación de visas permanentes para mexicanos.
P. ¿Es de prever una mayor cooperación en la lucha contra el narcotráfico?
R. El procurador norteamericano y su homólogo mexicano van a reunirse el próximo 6 de marzo en Washington para sentar las bases de una cooperación más estrecha, más confiada. El presidente Fox quiere una mayor coordinación entre las agencias norteamericanas y las agencias mexicanas. Ahora hay una gran dispersión, a veces hay confusiones de buena fe, otras de media buena fe. Le gustaría ordenar la cooperación, basarla más en la confianza y también, por supuesto, despejar del camino este proceso unilateral, irritante y contraproducente que es la certificación.
P. ¿Y en Guanajuato se abordó la idea de acabar con la certificación sobre el narcotráfico?
R. El presidente Bush dijo muy claramente que haría llegar al Congreso el mensaje de que hay un nuevo Gobierno en México en el que se puede confiar. En qué va a desembocar en concreto lo vamos a ver en los próximos días o semanas cuando el Senado vote.
P. ¿Está el nuevo Gobierno satisfecho con los resultados obtenidos hasta ahora con el Tratado de Libre Comercio (TLC) con EE UU y Canadá o apuesta por reformas?
R. No se trata ni de revisarlo ni mucho menos de renegociarlo; se trata de ir más allá de lo que se pudo lograr en un momento determinado con relación a una política regional, al tema migratorio o al energético, o sobre la creación de fondos de obtención de recursos canalizados hacia ciertas regiones o ciertos sectores sociales o de temas de infraestructura.
P. ¿La Administración Fox comparte las reservas que el Plan Colombia para erradicar el narcotráfico que despierta en Europa?
R. De entrada apoyamos de forma decidida el proceso de paz y la reanudación de las negociaciones de paz y la iniciativa del Pastrana de revivir el proceso. No hay otra salida que la negociación. No existe una salida militar. Por cierto, esta opinión es compartida por EE UU. Pero, en efecto, puede existir la duda de que la ayuda que está recibiendo Colombia en la lucha contra el narcotráfico pueda derivar en ayuda para el esfuerzo contrainsurgente. Y eso podría ser complicado para Colombia, para EE UU y para los países amigos de Colombia como México. Preferiríamos que se le diera menos acento militar y que se mantenga muy claramente el deslinde entre la lucha contra el narcotráfico y la lucha contrainsurgente.
P. ¿Logró Fox en Guanajuato persuadir a Bush para que cambie la política contra Cuba?
R. No, no trató de convencerle. El presidente Fox reiteró lo que otros presidentes de México tradicionalmente han dicho, su oposición al bloqueo.
P. ¿Pero, entonces, no hay cambios en la actitud hacia Cuba? ¿No pretende el nuevo Gobierno adoptar una política más pragmática respecto a otros gobiernos mexicanos?
R. Sí, puede haberlos, pero no en lo que se refiere al bloqueo. Nos oponemos al bloqueo y estimamos que la postura de seguir tratando de aislar a Cuba y de no mantener relaciones de ningún tipo es contraproducente, injusta e ineficaz. Y esa postura la reiteró con mucho vigor el presidente en Guanajuato.
P. ¿Cómo ve la nueva Administración mexicana el tratado de libre comercio suscrito con la Unión Europea?
R. El comercio bilateral ha aumentado de manera significativa, no necesariamente gracias al acuerdo. La coyuntura es propicia para un auge de la relación económica entre la UE y México por el acuerdo, por el advenimiento de un régimen democrático y la alternancia en México que eran uno de los factores que obstaculizaban si no el comercio, por lo menos la inversión europea en México.