Aznar se declara contrario a descalificar a Ariel Sharon por su pasado ultraderechista

Aznar, que el pasado septiembre criticó 'la provocación' de Sharon cuando éste se presentó en la Explanada de las Mezquitas, adoptó ayer un tono más conciliador hacia el ex general cuyo registro de violencia incluye los trágicos sucesos de Sabra y Chatila. 'Yo no soy partidario de cerrar la puerta a nadie ni de juzgar por esos pasados', dijo en la conferencia de prensa conjunta que celebró con Mubarak, cuando se le preguntó si le parecía posible la paz con el hombre que provocó la última Intifada. 'El Gobierno que se forme en Israel tendrá que definir una política y, en función de esa definici...

Aznar, que el pasado septiembre criticó 'la provocación' de Sharon cuando éste se presentó en la Explanada de las Mezquitas, adoptó ayer un tono más conciliador hacia el ex general cuyo registro de violencia incluye los trágicos sucesos de Sabra y Chatila. 'Yo no soy partidario de cerrar la puerta a nadie ni de juzgar por esos pasados', dijo en la conferencia de prensa conjunta que celebró con Mubarak, cuando se le preguntó si le parecía posible la paz con el hombre que provocó la última Intifada. 'El Gobierno que se forme en Israel tendrá que definir una política y, en función de esa definición, habrá que tomar las posiciones correspondientes, pero no mirando al pasado', reiteró.

Mubarak fue más escueto al comentar las actitudes del nuevo primer ministro israelí: 'No voy a responder a declaraciones con otras declaraciones', dijo. 'Los líderes del Likud, aun en campaña electoral, han hecho unas declaraciones que nos parecieron agresivas e irresponsables. Vamos a esperar a ver qué pasa más adelante'.

Fue Aznar quien se encargó de explicitar lo que se espera. 'Me parecería absurdo que el acervo que ha puesto a las partes más cerca que nunca, pueda en este momento ser destruido o revisado, o que se retroceda a etapas anteriores', dijo. El presidente dejó esta vez pocas dudas de que el acervo a que se refiere incluye hasta los últimos compromisos verbales alcanzados el pasado enero en la localidad egipcia de Taba.

Aznar se explayó todavía en este tema: 'El proceso de paz es ya largo, de 10 años, y no hay procesos eternos. Pero puede haber guerras todavía mucho más largas. Por lo tanto no nos equivoquemos al fijar las posiciones. Las guerras interminables siempre son mucho peores que los procesos por largos que sean. Mi opinión en ese caso es sincera. No perdamos lo que tenemos. Si se ha estado muy cerca, no se contribuya a estar más lejos y establézcanse elementos de confianza suficientes para seguir con el proceso de paz. En esta política, la Unión Europea contribuirá también'. El presidente español recordó que la Conferencia de Madrid es parte del 'acervo' del proceso, y que es bueno 'empezar a moverse' para que se pueda llegar a la paz cuando se cumpla el 10º aniversario de aquella reunión, el próximo octubre. Mubarak intervino para sentar algunas distancias con respecto a la idea de convocar una reedición de la negociación primera en Madrid coincidiendo con la efemérides citada. 'Creo que Madrid ha sentado las bases y los principios para el proceso de paz. Si todo el mundo respetara estas bases', dijo, según su traductor, 'podríamos avanzar. En ese caso, Madrid II sería una pérdida de tiempo porque no hay nuevas bases para sentar'.