La Delegación del Gobierno ignoró denuncias policiales sobre tráfico de drogas en El Marítimo

Los informes sobre el tráfico de droga en las zonas del Grau, Natzaret, Malva-rosa y Campanar, entre otros, no siempre -afirman algunos agentes policiales que trabajan en esas zonas- han llegado adonde debían. Según su testimonio, en muchas ocasiones no han pasado de las manos de los máximos responsables de las comisarías y, cuando lo han hecho, se han encontrado con que no se dispone de efectivos suficientes y la Delegación de Gobierno no ha instado a la movilidad.

Uno de los destacados habitualmente en la zona del Grau afirmaba ayer: 'Nosotros hacemos los que nos mandan. Claro que sab...

Los informes sobre el tráfico de droga en las zonas del Grau, Natzaret, Malva-rosa y Campanar, entre otros, no siempre -afirman algunos agentes policiales que trabajan en esas zonas- han llegado adonde debían. Según su testimonio, en muchas ocasiones no han pasado de las manos de los máximos responsables de las comisarías y, cuando lo han hecho, se han encontrado con que no se dispone de efectivos suficientes y la Delegación de Gobierno no ha instado a la movilidad.

Uno de los destacados habitualmente en la zona del Grau afirmaba ayer: 'Nosotros hacemos los que nos mandan. Claro que sabemos lo que pasa. Pero la respuesta no está en nuestra manos. No hay centenares de policías. Y muchas veces hemos sabido indirectamente que las cosas se han quedado paradas en la Delegación del Gobierno'.

'No es un secreto. Son comentarios que algunos agentes hacen de forma privada, cuando te mueves por la zona. Me consta' , aseguró Ana Noguera, portavoz socialista en el Ayuntamiento de Valencia, 'que Carmen Mas no ha enviado las dotaciones policiales que se le han requerido teniendo delante la información puntual sobre lo que estaba ocurriendo y con las denuncias de los vecinos sobre la mesa. Por esa actitud negligente pedimos su inmediata dimisión'.

Sin embargo, desde el pasado lunes, la calle de Bello está literalmente tomada por la Policía. 'Esto parece ahora su sede central. Hay hasta unos que parecen de antidisturbios y han registrado a los camellos varias veces. Pero tanto exceso no es cosa buena. Esto no se arregla así', relató ayer una vecina. Una situación similar vive estos días el barrio de Campanar, donde igualmente se trafica con los agentes a 50 metros.