Un hombre muere sin atención médica a pocos metros de un ambulatorio en Sevilla

La Junta destituye al coordinador de urgencias y al jefe de planificación de Salud

Fernández iba el jueves por la mañana a abrir la carnicería que su hija regenta en un mercado de la ciudad. Antes de entrar a la plaza de abastos se encontró mal y deshizo el camino andado. Volvió hacia el centro de salud de su barrio, el Parque Alcosa, pero a escasos 100 metros de la puerta del ambulatorio detuvo el coche. Se asfixiaba. Tres vecinos encontraron el vehículo parado, con las luces encendidas y el parabrisas funcionando bajo una lluvia intensa. Fernández todavía estaba vivo.

'Estaba recostado en su asiento, con la cabeza caída a la derecha, desvanecido', recuerda Julián Ba...

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Fernández iba el jueves por la mañana a abrir la carnicería que su hija regenta en un mercado de la ciudad. Antes de entrar a la plaza de abastos se encontró mal y deshizo el camino andado. Volvió hacia el centro de salud de su barrio, el Parque Alcosa, pero a escasos 100 metros de la puerta del ambulatorio detuvo el coche. Se asfixiaba. Tres vecinos encontraron el vehículo parado, con las luces encendidas y el parabrisas funcionando bajo una lluvia intensa. Fernández todavía estaba vivo.

'Estaba recostado en su asiento, con la cabeza caída a la derecha, desvanecido', recuerda Julián Balmón, que se acercó al coche a las 7.40. Mientras una joven cogía a Fernández la mano y trataba de hablar con él, Balmón corrió al centro de salud a pedir ayuda urgente. 'La persona que me atendió, vestida con una bata blanca, dos veces me repitió que no podían salir del ambulatorio pero que ellos mismos avisarían al 061'.

Pero el 061 (servicios de emergencia autonómicos) ya había sido avisado antes por otro vecino desde un teléfono móvil. A las 8.00, efectivamente, llegó la ambulancia pero sólo para certificar la muerte de Fernández, víctima de un edema pulmonar provocado por una crisis cardiaca.

Una compañera del mercado llamó a Magdalena Roldán para preguntar por qué su marido no había abierto la carnicería aquella mañana y quiso saber si era cierto que estaba enfermo, como había oído. La esposa se temió lo peor. Cogió el teléfono y llamó al Hospital Virgen del Rocío para ver si Manuel había ingresado de urgencia. Le dijeron que no. Llamó entonces al 061 y a la policía, que le hablan de un accidente de tráfico en su barrio. Entonces telefoneó al ambulatorio al que su marido no pudo llegar.

La telefonista que le atendió le confirmó que había visto un coche accidentado junto al centro y que estaba allí la policía. Magdalena sabía que era su marido. Ella preguntó: '¿El coche es rojo?'. Por toda respuesta le colgaron el teléfono.

Magdalena Roldán se echó apresuradamente a la calle junto a sus hijas, de 18 y 12 años. Cruzó todo el barrio hasta el centro de salud y allí confirmó sus temores. El cadáver de su marido sólo esperaba la llegada del juez de guardia para su levantamiento.

El vecino que pidió ayuda sigue muy impresionado por la muerte de Fernández y le ha dicho a la viuda que irá dónde haga falta para dar testimonio de lo ocurrido. 'No quiero ser frívola', le dijo Roldán a una vecina que le vio ayer en televisión, 'no me interesa el dinero, sólo quiero que se haga justicia'. La viuda de Fernández confirmó ayer que llegará a los tribunales. Sólo espera a verse mañana con su abogado.

El Servicio Andaluz de Salud (SAS) reaccionó ayer con indignación ante las declaraciones de Emilio Moreno, el jefe de Planificación de la Delegación Provincial de Salud, y del coordinador de urgencias en Sevilla ese día. Ambos han asegurado antes de que termine la investigación que la actuación de los servicios de urgencia del centro de salud ha sido 'absolutamente correcta'.

La Consejería de Salud abrió ayer un procedimiento informativo previo para el que se ha nombrado a un instructor encargado de actuar con la máxima celeridad y rigor. La Junta desmintió las afirmaciones de Moreno y no se atrevió a juzgar los hechos mientras no concluya la investigación. Ahora bien, fuentes del SAS aseguraron que la investigación se llevará hasta las últimas consecuencias.

La Junta niega que haya norma alguna que impida a los médicos salir de un centro sanitario en un caso de urgencia cercano porque consideran que el sentido común estaría por encima de esa regla. 'Si un médico sale del centro a atender a alguien no se le abriría un expediente, sino todo lo contrario', aseguraron fuentes del SAS.

La Junta anunció que va a crear inmediatamente un grupo de trabajo para aclarar, por encima de cualquier norma, si un médico debe salir de un centro sanitario para atender una urgencia. Dicho grupo lo formarán miembros de los servicios de urgencia, del 061 y de la administración sanitaria andaluza.

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