Tribuna:A DEBATE

Naturaleza y economía

Para muchos, los Pirineos son un conjunto de imágenes bucólicas, de paisajes seductores, de postales a todo color. Y, efectivamente, la montaña, como espacio natural, es nuestro patrimonio, un valor que hemos defendido y pensamos defender. Algunas posiciones confunden naturaleza con espacio virgen, entornos naturales con desiertos humanos. Para los que vivimos aquí, y también para los que nos visitan, el territorio es, ante todo, un espacio vital para la comunicación y la actividad, un espacio socioeconómico que debemos impulsar para un futuro sostenible.

El principal activo de un terri...

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Para muchos, los Pirineos son un conjunto de imágenes bucólicas, de paisajes seductores, de postales a todo color. Y, efectivamente, la montaña, como espacio natural, es nuestro patrimonio, un valor que hemos defendido y pensamos defender. Algunas posiciones confunden naturaleza con espacio virgen, entornos naturales con desiertos humanos. Para los que vivimos aquí, y también para los que nos visitan, el territorio es, ante todo, un espacio vital para la comunicación y la actividad, un espacio socioeconómico que debemos impulsar para un futuro sostenible.

El principal activo de un territorio es el humano, las personas son siempre la prioridad. Nuestra obligación es buscar el equilibrio territorial, aumentar la calidad de vida, redistribuir la actividad económica..., y todo ello es perfectamente compatible con la defensa del paisaje, su fauna y también su flora.

Las simplificaciones no son nunca un buen camino para entender un territorio. Estar a favor o en contra de algo es, normalmente, un sinsentido. Las pautas de crecimiento sostenible han de enmarcar nuestro futuro recogiendo las sensibilidades ecologistas, las propuestas de los agentes económicos, las necesidades y aspiraciones de los habitantes del lugar y de los que nos visitan. Todo esto en un marco de solidaridad y planificación activa.

El proyecto de ampliación de la estación de Baqueira-Beret lleva gestándose durante años, cuenta con el apoyo de los 15 ayuntamientos y el 95% de la población del Pallars. No pretende otra cosa que utilizar una pequeña parte de la nieve como recurso de actividad económica, al igual que lo han hecho todos los territorios de montaña del mundo.

Para ello se utilizan 186 de las más de 20.000 hectáreas del municipio de Alt Àneu. No se trata de un proyecto de especulación urbanística; nuestro objetivo prioritario es evitar cualquier tipo de actuación urbanística fuera de los núcleos existentes, intentando que todos los pueblos del valle participen del proyecto.

Defender la naturaleza es nuestra prioridad, la conservación del entorno nuestra obligación, pero impulsar la actividad y asegurar el presente de nuestros ciudadanos es la garantía de nuestro futuro común.

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Joaquim Llena, alcalde de Alt Àneu por la coalición Unitat Progressista del Pallars, diputado del PSC en el Parlament y primer secretario de la Federación Socialista de Lleida.

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