Imanol pone música y voz a grandes poetas del castellano en su nuevo disco

El cantante interpreta hoy en Madrid temas de 'Ausencia'

El cantautor vasco Imanol ha vuelto a la actividad creadora con Ausencia, un disco-libro editado por El Europeo en el que pone música y voz a grandes poetas de lengua castellana. Imanol presentó su nuevo álbum el mes pasado y mañana actúa en el Colegio de Médicos de Madrid. El nuevo trabajo del artista evoca a autores que van desde Góngora, Quevedo o Lope a Celaya, Violeta Parra o Neruda.

Ausencia es la apuesta del autor para que cuando se piense en el País Vasco no sólo se recurra a la parte tétrica del azote terrorista e intolerante, sino que también se hable del buen momento d...

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El cantautor vasco Imanol ha vuelto a la actividad creadora con Ausencia, un disco-libro editado por El Europeo en el que pone música y voz a grandes poetas de lengua castellana. Imanol presentó su nuevo álbum el mes pasado y mañana actúa en el Colegio de Médicos de Madrid. El nuevo trabajo del artista evoca a autores que van desde Góngora, Quevedo o Lope a Celaya, Violeta Parra o Neruda.

Viaje metafísico

Ausencia es la apuesta del autor para que cuando se piense en el País Vasco no sólo se recurra a la parte tétrica del azote terrorista e intolerante, sino que también se hable del buen momento de la creatividad vasca. Obligado a vivir fuera de Euskadi, Imanol advierte, no obstante, del peligro de empobrecimiento de la cultura en todo el País Vasco si la terrible situación actual se prorroga mucho tiempo.Vasco por los cuatro costados, Imanol lleva el amor a su patria al extremo de que prefiere no hablar más del terrorismo, y hacerlo del momento que vive la cultura vasca: "Podemos hablar de arquitectos, nuevos poetas, cantantes de todos los estilos, escultores, pintores, grupos de teatro... la pena es lo que pueda bajar porque hay un nivel muy bueno", afirma con resignación. "Quisiera que todo el mundo se fije más en eso que en lo otro. Que se repare en la cantidad y calidad de discos y libros que se editan y en la cantidad de estudios de grabación", añade, mientras que sin querer ser agorero, apostilla: "Sería terrible que no se siguiera esa progresión de la cultura vasca y de la castellana en Euskadi".

Con una obra mayoritariamente en euskera (habla a la perfección castellano, euskera y francés), en Ausencia Imanol vuelve al castellano. Su nuevo álbum es un viaje metafísico en el que para hacerlo no ha pensado nada en su situación: "Lo he concebido al margen de todo", dice, "y aunque nunca puedes aislarte de lo que vives y eres, no está relacionado con algo directo. Sólo placer estético, ya que siempre estoy leyendo poesía, desde los antiguos hasta poetas nuevos euskaldunes, romances castellanos, portugueses, franceses, occitanos, todo tipo de poesía".De esas horas de lectura salió su disco: "No quería meter a Góngora, Quevedo o Neruda por narices", confiesa, "pero después de un trabajo de selección he escogido los poemas y partituras que más me gustaban. Sin embargo, he querido reivindicar el papel de poeta de Violeta Parra, un personaje fantástico del que admiraba su forma de trabajar el folclore y por canciones como Gracias a la vida o Volver a los 17, que me parecen espléndidas. De ella he hecho La jardinera, para zanjar una historia de amor muy fuerte que yo había tenido".

Y recuerda una emotiva anécdota por haber elegido también a Gabriel Celaya: "Un hombre que, aparte de lo social, que es por lo que más se le conoce, puede pasar fácilmente del surrealismo al erotismo. Cuando hice Más allá del pecado, él estaba ya muy malito en un hospital y fui con Paco Ibáñez a cantársela. A Celaya se le cayeron unas lágrimas y le confesó a Amparichu [su compañera] que se la había hecho a ella. Amparichu no se lo creía pues decía que él nunca le había dicho esas cosas".

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