Antidroga busca dónde llevar el local para toxicómanos de La Rosilla

La Agencia Antidroga de la Comunidad está buscando una nueva ubicación, dentro de los distritos de Puente y Villa de Vallecas, para el centro de atención socio-sanitaria a toxicómanos del poblado marginal vallecano de La Rosilla, ya casi desmantelado. La Agencia preveía trasladar este centro, gestionado por la compañía Trama, al cercano hipermercado de la droga de Las Barranquillas, donde está instalada la narcosala. Pero ha descartado la idea porque prefiere que sea el mismo equipo de la sala de venopunción, de la empresa Cocas, el que, el próximo año, regente junto a ell...

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La Agencia Antidroga de la Comunidad está buscando una nueva ubicación, dentro de los distritos de Puente y Villa de Vallecas, para el centro de atención socio-sanitaria a toxicómanos del poblado marginal vallecano de La Rosilla, ya casi desmantelado. La Agencia preveía trasladar este centro, gestionado por la compañía Trama, al cercano hipermercado de la droga de Las Barranquillas, donde está instalada la narcosala. Pero ha descartado la idea porque prefiere que sea el mismo equipo de la sala de venopunción, de la empresa Cocas, el que, el próximo año, regente junto a ella un dispositivo donde los drogodependientes puedan comer y ducharse.Portavoces de la Agencia explican que el centro de La Rosilla debe abandonar su enclave actual porque, una vez desmantelado el poblado, está previsto urbanizar la zona y construir viviendas. "Nuestro objetivo es mantener el centro en Vallecas porque se ha demostrado que es útil, pero aún no sabemos dónde lo llevaremos porque en cuanto se decide una ubicación, suele ser habitual que surjan quejas vecinales", añaden. Hace una semana, el Consejo de Gobierno reservó dinero del presupuesto de 2001 para mantener este servicio.

En estos centros de atención sociosanitaria, los drogodependientes más desarraigados pueden ducharse, comer caliente, lavar la ropa, intercambiar jeringuillas y recibir atención social y médica. El recinto de La Rosilla funciona incluso como un improvisado albergue, ya que en él duermen cada noche, en condiciones de hacinamiento, un centenar de drogodependientes sin hogar. El local no se creó como dormitorio, pero desde hace un año sus 27 educadores, trabajadores sociales y sanitarios, decidieron dejar pernoctar en él a decenas de toxicómanos que dormían a la intemperie.

Además del local de La Rosilla y del que se va a abrir en Las Barranquillas, en la capital existen otros dos centros sociosanitarios para drogodependientes, uno en la calle de Fúcar (Centro) y otro, conocido como La Rosa, junto al centro municipal de acogida de San Isidro (Moncloa).

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