Enresa dedica el doble de dinero a soterrar residuos nucleares que a reducirlos

La Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) tiene previsto invertir 500 millones anuales hasta el año 2003 en el programa de investigación y desarrollo (I + D) para la ubicación de un almacén geológico profundo (AGP) en el que albergar los residuos de alta actividad procedentes del combustible gastado en los nueve complejos nucleares españoles. Las piscinas de almacenamiento en estos complejos se considera que estarán saturadas alrededor de 2013. La empresa pública, de acuerdo con las líneas ya iniciadas por otros países europeos, tiende a dar mayor importancia a la búsqueda de una so...

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La Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) tiene previsto invertir 500 millones anuales hasta el año 2003 en el programa de investigación y desarrollo (I + D) para la ubicación de un almacén geológico profundo (AGP) en el que albergar los residuos de alta actividad procedentes del combustible gastado en los nueve complejos nucleares españoles. Las piscinas de almacenamiento en estos complejos se considera que estarán saturadas alrededor de 2013. La empresa pública, de acuerdo con las líneas ya iniciadas por otros países europeos, tiende a dar mayor importancia a la búsqueda de una solución inmediata para la custodia de los residuos que a soluciones como la separación y transmutación, que suponen una reducción de la actividad de los residuos radiactivos. Las investigaciones en transmutación pueden tardar alrededor de 30 o 40 años en dar resultados. Enresa dedica a este tipo de investigación alrededor de 250 millones de pesetas anuales. Por el momento, la empresa pública no se plantea la ubicación definitiva del futuro AGP, para el que ya ha realizado estudios de la orografía española. De forma paralela, además, la empresa pública ultima la negociación que mantiene con la empresa de reprocesamiento francesa Cogema para la devolución a España de los residuos generados por la central Vandellòs I. Para éstos Enresa prevé la edificación de un almacén temporal centralizado (ATC) en superficie, cuya ubicación todavía no está fijada y que debe entrar en funcionamiento en 2010. El responsable de comunicación de Enresa, Jorge Lang-Lenton, señaló ayer que en tres o cuatro meses la negociación estará acabada y falta fijar las condiciones para el transporte de los residuos (80 metros cúbicos de vidrio de alta actividad que no pueden almacenarse en El Cabril, destinado a los elementos de baja o media actividad), así como el plazo definitivo de devolución. La negociación, en la que Enresa, la empresa Hispano-Francesa de Energía Nuclear, SA (Hifrensa), titular de los residuos, y Cogema llevan más de cuatro años inmersos, definirá asimismo uno de los aspectos más arduos, como es el coste económico de la operación y que según los propios responsables de Enresa, reticentes a avanzar números, asciende a "unas decenas de miles de millones de pesetas". En el ACT, Enresa prevé almacenar no sólo los vidrios de Vandellòs I, sino también crear un lugar de reserva si la construcción del AGP sufre retrasos.

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