Caja Cantabria analiza vender la sede de la Universidad de Comillas

La Caja de Ahorros de Cantabria tiene previsto analizar hoy la venta del edificio que albergaba la Universidad Pontificia de Comillas y la finca donde se ubicaba, en la localidad cántabra del mismo nombre. El precio mínimo establecido se ha fijado en 1.500 millones de pesetas, con un plazo de presentación que expiraba el 20 de octubre.

La entidad de ahorro solicitó en un anuncio que publicó en diversos medios de comunicación durante los meses de septiembre y octubre ofertas para desprenderse del "conjunto de fincas, edificaciones y muebles". Aunque hubo un total de 22 solicitudes, final...

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La Caja de Ahorros de Cantabria tiene previsto analizar hoy la venta del edificio que albergaba la Universidad Pontificia de Comillas y la finca donde se ubicaba, en la localidad cántabra del mismo nombre. El precio mínimo establecido se ha fijado en 1.500 millones de pesetas, con un plazo de presentación que expiraba el 20 de octubre.

La entidad de ahorro solicitó en un anuncio que publicó en diversos medios de comunicación durante los meses de septiembre y octubre ofertas para desprenderse del "conjunto de fincas, edificaciones y muebles". Aunque hubo un total de 22 solicitudes, finalmente la caja ha recibido cuatro ofertas de compra concretas y que corresponden a las encabezadas por el empresario Miguel Soriano Serrano, la familia Ruiz de Villa, Emilia Pellón (condesa de Casapuerta) y Hollyworde Enterprise. La primera oferta, la más alta, alcanza 2.025 millones. Esta venta podría dar lugar a una operación inmobiliarira de miles de millones. La Universidad estuvo regentada por la Compañía de Jesús hasta su venta a Caja Cantabria, hace unos 10 años, por cerca de 1.000 millones de pesetas. Además de los tres edificios -uno de ellos inacabado- que lo conforman, cuenta con una inmensa finca que se precipita hacia la costa cantábrica. Todo el entorno cuenta con la máxima protección oficial, por lo que cualquier intento de urbanización requiere el cambio de calificación por parte de la Comisión de Urbanismo. El pliego de condiciones que entregó Caja Cantabria a los interesados y que tenía confidencialidad específica, precisamente, ese carácter de monumento histórico-artístico.

La posibilidad de hacer una gran urbanización en el entorno de la Universidad Pontificia ha sido una constante en los últimos años. La fuerte eclosión urbanística que ha vivido la villa cántabra ha impulsado esa idea al tiempo que ha provocado un movimiento vecinal a la contra. Este movimiento, representado por la Asociación Pro-Comillas, se opone a que cualquier actuación provoque "un desmadre urbanístico y una superpoblación en una zona que ya está muy deteriorada por las actuaciones impulsadas desde el Ayuntamiento".

Prohibido construir

En esa línea se ha manifestado recientemente el vicepresidente del Gobierno cántabro, el regionalista Miguel Ángel Revilla, quien afirmó que mientras él esté en el cargo no se construirá ni un metro cuadrado. La oposición a que se haga una macroconstrucción hace hincapié en buscar otros usos y critican la falta de iniciativas que se podrían hacer aprovechando el carácter universitario de la villa. En ese sentido, destacan que la caja se haya desmarcado de las normas que rigen sus estatutos en cuanto a las inversiones en obra social.

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